Esta «fórmula» establece que existe una «interconexión entre armas estratégicas de ataque y misiles de defensa», estimó Medvedev en la cadena ABC.
«Con lo cual si estas circunstancias cambian, consideraremos que es un motivo para poner en duda todo el acuerdo», añadió.
Si Estados Unidos «multiplica de forma radical la cantidad y la potencia de su sistema de defensa antimisil, este sistema de defensa antimisil se vuelve parte de las fuerzas nucleares de ofensiva estratégica, porque es capaz de bloquear la acción de la otra parte», señaló.
«Con lo cual se da un desequilibrio, y esto sería probablemente una razón para reconsiderar este acuerdo».
El presidente ruso añadió que, aunque Rusia podría considerar un «final prematuro» al acuerdo si se siente amenazada por el programa de defensa antimisil estadounidense, espera que «algo así no ocurrirá» y que ambas partes se consultarían mutuamente.
El tratado START, firmado en Praga el pasado jueves entre Obama y Medvedev, establece que Estados Unidos y Rusia deberán reducir sus arsenales nucleares en aproximadamente 30% con respecto al acuerdo anterior de 2002, limitándolo a 1.550 ojivas cada uno.
af / Reporte360