Estados Unidos se mostró este jueves «preocupado» por el anuncio del poder electoral venezolano de que el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro no se celebrará en 2016 y exhortó a iniciar «un diálogo serio» entre gobierno y oposición.
«Estados Unidos está preocupado por el anuncio de ayer (miércoles) del Consejo Nacional Electoral de Venezuela de que puede que su proceso de referendo revocatorio no se complete hasta 2017», advirtió en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
«Esta decisión, las continuas restricciones a los medios de comunicación y otras acciones que debilitan la autoridad de la Asamblea Nacional privan a los ciudadanos venezolanos de la oportunidad de diseñar el futuro de su país», señaló.
El portavoz de la diplomacia estadounidense instó además «al Ejecutivo de Venezuela a comprometerse en un diálogo serio tanto con la oposición como con los venezolanos de todo el espectro político».
El Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano anunció este miércoles que el referendo podría «efectuarse a mediados del primer trimestre de 2017», lo que imposibilita la celebración de nuevas elecciones en el país.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) quería que el referendo se celebrara antes del 10 de enero de 2017, ya que pasada esa fecha -que marca el cuarto año de presidencia de Maduro-, si el presidente pierde la votación, su mandato lo terminará su vicepresidente y no se convocará a nuevas elecciones.
El Departamento de Estado también puso en duda la decisión del CNE «de establecer un número muy limitado de centros de votación para la recogida de firmas del 26 al 28 de octubre», cuando los venezolanos deberán rubricar a favor de la celebración del referendo, «y de imponer un requerimiento ilegal estado por estado para esas firmas».
La MUD exigía que el cupo del 20% de firmas requeridas en este paso fuera a nivel nacional, pero el CNE decidió que ese porcentaje corresponda al registro electoral de cada estado. Con un solo estado que no logre el mínimo, el proceso quedará invalidado.
Estas decisiones «son parte de un paquete de acciones que refuerzan nuestras preocupaciones sobre la imparcialidad del proceso», apuntó Kirby.