Activistas y expertos ven como positivo el logro político para el presidente Obama de la aprobación de la reforma al sistema de salud, aunque recomiendan mantener la intensidad de la lucha por obtener una reforma de inmigración.
«Es algo favorable porque la reforma de salud era una prioridad para la Casa Blanca y para los congresistas demócratas. La esperanza es que vamos a ver otros logros y uno de esos es la reforma migratoria», comentó Diana Tellefson, directora ejecutiva de la Fundación la Unión de Campesinos.
Dado que la reforma de inmigración en años anteriores ha sido un proyecto que ha tenido apoyo bipartidista, la dirigente considera que «hay que seguir poniendo la presión a los republicanos y también a los demócratas de que es algo necesario e importante para el país».
La necesidad de continuar presionando a los legisladores y al presidente para que se impulse una reforma de salud es todavía mucho más importante ahora, coincidieron los activistas.
«La lucha pro reforma migratoria recibió una inyección de energía y gasolina en este motor de movilización durante el fin de semana, pero no siempre el resultado final es como queremos», advirtió Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA, por su sigla en inglés).
«Creo que el apoyo del presidente es condicional y eso significa que si él ve movilización en las calles y ve presión nuestra tanto dentro como fuera del Congreso, entonces sí es posible que apoye muy activamente la reforma migratoria este año, pero nosotros también tenemos que hacer nuestra parte», señaló.
La reforma sanitaria quedó aprobada la pasada noche en la Cámara de Representantes por 219 votos a favor frente a 212 en contra y presidente Obama la promulgará mañana
Por su parte, algunos expertos ven con precaución las consecuencias de la aprobación de la reforma sanitaria sobre el futuro de una reforma de inmigración.
«Los republicanos van a estar más reacios a mostrar apoyo a la reforma de inmigración y a otros temas críticos de la agenda de Obama», comentó a Efe Jaime Regalado, director ejecutivo del Instituto de Asuntos Públicos Pat Brown de UCLA.
«Ahora es más fácil para los republicanos decir ‘no vamos a apoyar todos los proyectos de Obama y no vamos apoyar sus proyectos de reforma de inmigración, de trabajo o de recuperación económica'», explicó.
Según Regalado, -teniendo en cuenta las elecciones que se aproximan y especialmente en distritos donde hay mayorías demócratas y población latina-, los republicanos «van a tener que ser muy cuidadosos en su posición con respecto a la reforma inmigración, sin embargo, tienen miedo del voto de la base conservadora».
El experto señaló que la reforma de inmigración «no es uno de los puntos claves en la mayoría de las agendas de los votantes en los próximos cuatro o cinco meses».
Para Rubén Hernandez-León, director del Centro de Mexicanos de UCLA, la aprobación de la reforma no significa un desgaste de poder del presidente Obama.
«No creo que lo desgaste y más bien es un indicador favorable. Muestra que Obama es capaz de forjar alianzas políticas diversas. Por supuesto, este no es el único factor para que se apruebe la reforma», agregó.
kg / Reporte360