El detenido, al que la policía aún no ha podido interrogar porque está hospitalizado, se había intentado suicidar tras su ruptura matrimonial, antes de cometer supuestamente ayer este múltiple crimen.
El suceso se produjo sobre las tres de la tarde de ayer en un piso de la capital de Jersey, Saint Helier, y según las primeras informaciones los apuñalamientos tuvieron lugar en el interior y el exterior de la vivienda.
Las seis víctimas -dos mujeres, un hombre y tres niños, uno de ellos de sólo dos años- son, según señalaron los vecinos, la exmujer, los dos hijos y el suegro del presunto asesino, así como una amiga de la familia y su hijo.
Cinco de las víctimas murieron en el lugar del crimen, mientras que la sexta, una de las mujeres, falleció en el hospital.
Este asesinato múltiple ha consternado a la población de esta isla, que con menos de 100.000 habitantes tiene un índice de criminalidad muy bajo y donde no se producía un homicidio desde hace siete años.
El responsable local del gobierno de Jersey, Terry Le Sueur, señaló que la isla es un lugar muy seguro en el que no ocurren sucesos de este tipo y prometió que se garantizará apoyo psicológico a quien lo necesite.
La policía mantiene acordonada la zona y continúa con la investigación, para la que ha pedido la colaboración ciudadana.
El jefe de la Iglesia Católica en Jersey, Nicholas France, declaró hoy a la cadena BBC que un suceso así en una isla pequeña supone un duro golpe para toda la comunidad.