¿Es internet una bendición o una maldición para las relaciones modernas?
Las relaciones románticas han cambiado muchísimo gracias a internet. Si a eso le añadimos la forma de ser de los españoles, tan aficionados al conmigo o contra mí, podemos encontrar una legión de defensores de las citas online, dispuestos a enfrentarse a otra de detractores.
En este artículo, queremos repasar algunos de los efectos positivos y negativos que ha tenido internet en las relaciones modernas, para decidir si ha sido una maldición o una bendición para ellas.
Todo tipo de gente reunida en un solo lugar
Las páginas de citas reúnen enormes cantidades de personas diferentes en un solo lugar. Uno de sus reclamos publicitarios suele que ser que, en tal o cual plataforma, puedes conocer más gente en una semana que en la vida offline durante un mes.
A diferencia de los bares y discotecas, que suelen estar dirigidos a segmentos concretos de gente a los que les gusta un tipo concreto de música y visten de una forma concreta, en las webs de citas hay cabida para todo el mundo.
Internet y las web de contactos, han favorecido que la gente diferente pueda juntarse y esto, para que surjan relaciones enriquecedoras, es una gran noticia.
Sin embargo, en realidad, es una verdad a medias. El éxito de las webs de contactos para ligar ha sido tal, que han surgido webs de nicho, que se dirigen especialmente públicos específicos como puede ser la gente más mayor, personas homosexuales, personas que buscan una relación para toda la vida o gente que solo quiere encuentros sexuales. De hecho, las opciones son tantas y tan variadas, que han surgido webs como https://paraencontrarpareja.com/ que aglutinan opiniones sobre páginas de citas para ayudar a decidir a los usuarios.
Ligar al alcance de la mano
Una de las principales ventajas de internet es que puedes llevarlo contigo a todos lados, gracias a tu smartphone.
Esto implica que a día de hoy, cualquier puede ligar en cualquier momento. No hace falta esperar al fin de semana, no hace falta esperar a la noche y no hace falta ni siquiera peinarse y arreglarse.
Cualquier franja de tiempo libre, desde esos minutos antes de dormir, hasta los viajes de casa al trabajo y viceversa, es suficiente para enviar y leer unos cuantos mensajes.
Esto, que supone una ventaja, en muchos casos también tiene sus resultados negativos. Cuando ya se tiene pareja, ligar sigue siendo igual de fácil y las infidelidades son una tentación.
¿Cuántas relaciones se habrán roto porque alguien vio un mensaje que no debería haber visto? Seguramente sean incontables.
Más conversación
Tendemos a ver internet como un lugar en el que impera lo superficial. Es cierto que en las webs de citas, las fotos de perfil son importantísimas para abrir puertas a las primeras conversaciones. Sin embargo, una vez superado el escollo de llamar la atención de alguien, lo cierto es que las relaciones online se basan principalmente en la conversación.
Si eres de los que cree en las almas gemelas, seguramente la mejor manera de encontrarla sea internet porque te brindará la oportunidad de conocer la forma de pensar de la otra persona con mucha más profundidad que las citas tradicionales.
Vivir una burbuja
Como con todo, los comportamientos excesivos no son recomendables y centrase demasiado en la vida online puede hacer que se obvien las relaciones offline. Lo online no puede sino ser un complemento de lo offline y nunca un sustitutivo. Aunque en nuestra sociedad es mucho menos frecuente, en Japón tienen un verdadero problema con los adolescentes que prefieren las relaciones virtuales a las reales.
Desde luego si internet tiene una cara maliciosa, esta es una de las siete cabezas de la bestia.