La noche de este miércoles, dos niños, uno de ellos proveniente de un refugio donde se atienden a las personas afectadas por las lluvias, encendieron la Cruz del Ávila, ubicada en el Parque Nacional Waraira Repano, tradición que marca el inicio de la Navidad en Caracas.
Cada 1 de diciembre, desde 1963, los caraqueños han podido disfrutar del encendido de la Cruz del Ávila, ícono de la capital venezolana y una labor de orgullo para los trabajadores de la Electricidad de Caracas (EDC).
En esta ocasión más de 200 niños, que tras los aguaceros se encuentran refugiados en el centro El Fortín, en Caracas, fueron los invitados especiales al evento.
La Cruz estará encendida desde las 6:00 de la tarde hasta las 12:00 de la noche. Mientras que los días 24 y 31 de diciembre estará iluminada las 24 horas.
Será el día 6 de enero cuando nuevamente se apaguen los bombillos de la Cruz hasta el próximo mes de diciembre.
La estructura tiene 37 metros de alto y 18 metros de ancho, está ubicada a 1.530 metros sobre el nivel del mar, en el cerro Papelón, del Parque Nacional Waraira Repano y cuenta con 144 bombillos ahorradores.
A partir de las 6:00 de la tarde de cada 1 de diciembre, habitantes de San Bernardino, La Pastora, y otras parroquias de Caracas, tienen por costumbre subir al pulmón vegetal de Caracas para festejar con tambores, frutas y comidas el tradicional encendido del lumínico símbolo.
El encendido de la Cruz del Ávila surgió por la iniciativa del ingeniero Ottomar Pfersdorff, trabajador de la de EDC, quien el 1 de diciembre de 1963 logró, con la ayuda de los trabajadores, mantener las luces encendidas del Hotel Humboldt para producir la imagen de una cruz cristiana de 30 metros de alto.
Dicho efecto se logró cerrando las cortinas de habitaciones que abarcaban un área de 30 cuartos, del primero al décimocuarto piso. La altura era de 33 metros aproximadamente y el consumo de energía se calculaba en 384 KW/h. Inicialmente se requerían 146 bombillos de 100 vatios y seis reflectores de 1.000 vatios cada uno para activar la señal intermitente que se encontraba en el tope.
El consumo de energía fue muy alto en esas primeras fechas, por tanto en 1966, se instaló una cruz en el sector Los Mecedores.
Aquella estructura contó con 120 lámparas fijas y cuatro luces de destello que le daban realce y vistosidad a cada época navideña caraqueña. Además, los ciudadanos podían observar el juego de luces en el monumental cerro El Ávila, hoy denominado Waraira Repano.
En 1982 surgió una nueva cruz, hecha con hierro galvanizado y adornada con 74 reflectores (contándose las dos luces de destello) que permanecían encendidos desde el primero de diciembre hasta el seis de enero de cada año. La potencia del encendido alcanzaba los 11.100 vatios.
La más reciente remodelación efectuada en la estructura de esta torre fue en el 2009, pues debido a la crisis eléctrica que se presentó en el país, se cambiaron las luces incandescentes por bombillos ahorradores para disminuir el consumo de energía.
Aunque se duplicaron los bombillos, 144 en total, el resultado fue el esperado, pues el consumo de energía bajó a 2.880 vatios, lo que representa un ahorro energético de 75%.
Vía AVN