Los casos de Chikungunya (chikv) y posibles pacientes con la sintomatología para Zika en el país se incrementaron en las últimas semanas de diciembre de 2015. A pesar que no existen cifras oficiales por parte del Ministerio de Salud, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó en su portal digital el número de registros para la fiebre chikv en todo el territorio de las Américas, y en Venezuela aparecen en la semana epidemiológica número 50 (18 de diciembre de 2015), con un total de 15.316 casos sospechosos.
Esta cifra del año pasado representa una disminución de casos en Venezuela, pues para el 2014 en la misma semana epidemiológica este número era de 34.642 casos, es decir, casi el doble de pacientes.
Este virus aún sigue circulando en el país, no con la misma fuerza que el año pasado, pero aún se observan en las emergencias personas que presentan la sintomalogía, que ahora se tiende a confundir con zika y con el dengue.
“Yo fui hasta un CDI (centro de diagnóstico integral) con la erupción en la piel, calentura, y los médicos no supieron decirme si era zika o chikungunya. Lo cierto es que en la casa no solamente caí yo con los mismos síntomas sino mi hermana y dos primos”, contó Luis Alberto Barrios, residente de Los Haticos.
Desde finales de octubre, noviembre y el último mes del año las emergencias de los centros de salud, tanto públicos como privados, estaban abarrotadas de pacientes con síntomas para ambas patologías. Y es que el problema de la sequía, con el mal manejo del almacenamiento del agua limpia, ha ocasionado la proliferación del aedes aegypti y aedes albopictus, zancudo que también transmiten el dengue y el zika.
Según los datos que maneja la Dirección de Salud Ambiental regional, un solo zancudo hembra puede colocar hasta 300 huevos en una sola oportunidad. “Esto quiere decir que una sola vivienda que no luche contra el criadero puede llenar de zancudos a una comunidad completa o una manzana. Que cada quien asuma esa responsabilidad de que no se formen los criaderos en sus viviendas”, explicó el director adjunto Elio Ríos.
En Maracaibo hay zonas donde hay mayor vulnerabilidad para la población debido al índice aédico, es decir, allí es donde hay más presencia de las larvas del aedes. Entre las zonas está el eje norte está el eje norte siguiendo la cañada Fénix, luego está el de Zapara que inicia en la ciudad universitaria hacia el sector Milagro Norte, la zona de la cañada Morillo y La Arreaga, en Los Haticos.
Sobre estos ejes está trabajando la Dirección de Salud Ambiental en un plan estratégico de control de vectores. El año pasado, esta dirección realizó más de un millón y medio de actividades para prevenir y tratar la proliferación de mosquitos.
Sin embargo, Ríos fue enfático al señalar que es dentro de los hogares es donde empieza la prevención.
La Organización Panamericana de la Salud indica en su informe que “la vigilancia de infección por virus zika debe desarrollarse a partir de la vigilancia ya existente para el dengue y el chikungunya, teniendo en cuenta las diferencias en la presentación clínica”.