En las estaciones de servicio que no se exige el dispositivo las colas desbordan los canales de despachos. Los conductores que aún no usan el chip son la mayoría y por eso ruletean la ciudad para encontrar una estación que no pida el dispositivo aunque hagan largas colas.
María Díaz, joven conductora lo expresó. “¿Por qué obligado me tengo que poner el chip, por qué? Yo que gasolina me voy a robar en este carrito que sólo mete 30 litros”, reprochó luego de salir de la recién encendida E/S San Jacinto donde no pudo comprar gasolina. “¿Ahora para dónde voy? Yo estoy sin palabras con esto. Esta situación es de locura”, dijo tras conocer por los funcionarios militares que custodian el lugar que como particular sólo le venderán dos tanques de gasolina semanales.
Problema
El ruleteo por comprar combustibles sin chip no es el único inconveniente. Para los que usan el dispositivo nace una duda. ¿Cómo llevar el control del litraje que compran? “Me imagino que la máquina debe estar programada para la capacidad del vehículo. Si me tocan 70 litros y he comprado 30, pues me deben quedar disponibles 40. Pero si es cierto que como particular sólo me van a dejar comprar dos tanques a la semana, nos iremos a quedar sin gasolina porque eso no me alcanza”, analizó Héctor Fuenmayor de San Jacinto.
El cupo asignado por semana se puede recargar todos los días “un poquito”. Sólo el cupo diario, asignado al transporte público, se debe consumir en su totalidad día a día. Técnicos del Menpet supervisan el funcionamiento de la nueva tecnología. José Castillo, chofer de la línea Ziruma no está de acuerdo con la manera de poner a funcionar el chip.
“Antes de encender las bombas debieron instalar todos los chips a los carros. Vamos a tener que comprar gasolina bachaqueá para poder salir a trabajar si nos consumimos el cupo en el día o en la semana”, dijo. Castillo agregó: “Yo no voy a madrugar ni a dormir allá para poner el chip. ¿Quién pone eso si hay más de mil carros haciendo la cola en el Cuartel? Sino consigo que me vendan gasolina, compraré gasolina bachaqueá pero el carro no lo voy a parar”.
Nuevo método
El vehículo llega y se tiene que detener en el sitio exacto para que las antenas lean el código de barra o chip. El contador, ubicado en una caja metálica sobre el surtidor de combustibles, contiene la información del vehículo y el cupo asignado. En la pantalla del equipo se lee la cantidad de litros asignados y a medida que el auto tanquea, se descuentan los litros del cupo establecido. Al llegar al máximo de capacidad asignada, el surtidor no permite el despacho de combustible.
En el Cuartel
La atención se da con mayor rapidez en la medida que transcurren los días de la masiva instalación. Lo largo de las colas asombra. Más de 300 autos por día reciben gratis la etiqueta.
El diputado Nerio Romero, presidente de la Comisión Permanente de Contraloría, Administración y Servicio del Consejo Legislativo del Zulia ( CLEZ), admitió iniciar una investigación legislativa por la instalación del chip para la compra controlada de combustibles en Maracaibo.
“El proceso se está haciendo de manera irregular debido a la falta de información, además, esta instalación de chips es un racionamiento disfrazado del combustible”, afirmó Romero.
estaciones (La Limpia, La Modelo, El Chaparral, Bomba Caribe, Santa Rosa, El Portal y San Jacinto) piden el chip para vender combustibles.
“Quieren marcarnos como reses”
Pablo Pérez Álvarez, gobernador del estado Zulia se pronunció sobre el tema de la colocación del chip para la gasolina. El mandatario regional rechazó la medida. “Quieren marcar a los zulianos como reses. Al estado que produce petróleo le ponen multas por servicio eléctrioc y ahora quieren marcar a los habitantes”.
Calificó la medida como “denigrante”. Apuntó que es una acción del centralismo. Si creen que van a resolver el tema del contrabando me remito a las pruebas de Táchira. Lo que hacen es molestar la pueblo. Por eso es que el centralismo no gana en Zulia ni en Táchira allí tienen la respuesta”