Cuando las dificultades económicas golpeaban el bolsillo de los marabinos, las casas de empeño eran la mejor opciónpara salir del apuro. Relojes, electrodomésticos, carros e incluso viviendas eran garantías de pago a cambio de un porcentaje de dinero que resolviera el aprieto. Sin embargo, hoy día, las únicas opciones a empeñar parecen ser las prendas a base de oro, pues las casas de empeño dejaron en el pasado la recepción de otros artículoscomo aval del pago.
Los establecimientos dedicados a esta actividad en la capital zuliana manifiestan que debido a la recesión económica que vive el país es poco viable invertir dinero en el empeño de “corotos”, aseguran que en la actualidad los precios varían constantemente y el dinero se devalúa por lo que se han dedicado a trabajar exclusivamente con metales de valor.
Felipe Soto, gerente de una casa de empeño en el centro de Maracaibo, indicó que la inseguridad fue un factor que influyó en la desaparición de este tipo de endeudamiento. “Era una modalidad que cubría mucho espacio, los artefactos eléctricos permanecían en la tienda por mucho tiempo y si el establecimiento era objeto de la delincuencia la agencia debía responder por ellos”, afirmó.
Del mismo modo, explicó: “Ciertamente el empeño ha bajado. Ahora solo se trabaja con oro y la gente ya no adquiere este tipo de prendas como antes para no ser víctima del hampa. Hay días que no viene nadie”.
Por su parte, otro prestamista que prefirió no identificarse comentó que anteriormente era muy habitual acudir a un comercio de estos con una licuadora, teléfono, televisor, moto, carro y títulos de propiedad de viviendas para ofrecerlos como garantía de pago ante un dinero recibido. “Con respecto al empeño de casas y carros ya no se hace porque ahora es delicado, intervienen muchas leyes, documentos y procedimientos; si alguien lo hace es porque llega a acuerdos aislados con algún familiar, amigo o conocido directo”, dijo.
Solo oro
En el centro de la ciudad las casas de empeño colocan avisos de tonos llamativos y grandes letras para atraer la atención de quienes caminan por las avenidas, estas pequeñas oficinas, en su mayoría desoladas, solo se dedican al empeño de oro, algunas especifican que solo lo compran, y muy pocas incluyen la plata como caución de pago.
Ángel González, encargado de un establecimiento de préstamo, agregó que la mayoría de tiendas reciben oro como empeño bajo tasas de intereses que van del 10 a 15 por ciento de pago fijo mensual y hasta dos meses de morosidad para no perder la pieza. “Un gramo de 18 quilates se calcula en 6 mil bolívares, mientras que el de 10 quilates en unos 3.500 bolívares, esto de oro italiano”.
“Las piezas que compramos se funden para fabricar nuevas joyas por encargo, sobre todo anillos de boda y graduación que se diseñan al gusto del cliente, de esta manera es que estamos trabajando”, comentó.
Casas de empeño Maracaibo. Foto: Rafael Bastidas
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