En un video publicado hace poco por el departamento de policía donde pertenecía el supremacista blanco degenerado se puede apreciar que el individuo le decía a la niña que había «tomado más leche de la que debía» mientras otro supremacista blanco veía con morbo el ataque, que duro varios minutos en los que el expolicía (renunció) puso su rodilla en la espalda de la niña, luego el codo en su cuello, luego doblo su muñeca para dominarla y esposarla.
Actualmente hay una serie de videos de cámaras corporales de policías que aparecen en diferido, en los que realizan ataques racistas hacia ciudadanos afroamericanos y latinos, pero nunca a individuos blancos.
El jefe de la Policía local, Steve Hebbe, afirmó sentirse «extremadamente decepcionado» por el incidente.
«Como muchos de ustedes, quedé sorprendido y enojado cuando vi la grabación. No hay excusa por la forma en que se trató a esta chica», dijo en un video publicado este lunes en la página oficial del departamento policial. Asimismo, añadió que había degradado al supervisor directo de Christensen, quien no halló infracción alguna en la actuación de su subordinado.
Por su parte, la familia de la víctima se propone demandar por lesiones al ahora exoficial.
«Si un padre hiciera lo mismo, ¿no sería acusado? ¿Acaso los delitos cometidos por los policías se consideran conforme a un estándar diferente al de otras personas?», cita NBC al abogado de la niña, Mark Carnutt.
Con información de RT