Chile conmemora este sábado el aniversario 37 del golpe militar de 1973, que derrocó al entonces presidente Salvador Allende, e instaló una cruenta dictadura de 17 años que dejó heridas difíciles de cerrar.
Tras la muerte de Allende, que murió en el bombardeo al Palacio La Moneda el mismo 11 de septiembre, su figura continúa viva. Fue un hombre que luchó por los derechos humanos y la igualdad social del pueblo chileno.
El 11 de septiembre de 1973 la dictadura se hizo Gobierno por 17 años que marcaron el destino del pueblo chileno. Bajo este mandato militar se reportaron miles de desapariciones, torturas y violaciones a los derechos humanos.
El 4 se septiembre de 1970 la victoria de la coalición de partidos progresistas chilenos, conocida como la Unidad Popular (UP), lleva a un socialista a la Presidencia. No obstante, muchas personas se opusieron a que los elegidos por el pueblo ejercieran el poder.
Conmemoraciones
Desde que se recuperó la democracia, cada 11 de septiembre en La Moneda se realiza una ceremonia por los caídos en el palacio presidencial. Además de Allende el día del golpe murieron varios de sus colaboradores y jóvenes voluntarios de su equipo de seguridad.
Se tiene previsto que, como cada año, los partidos de izquierda realicen un homenaje al ex presidente socialista Salvador Allende ante su monumento, que se encuentra frente a La Moneda, y entreguen ofrendas florales.
Estas organizaciones que apoyan la lucha de Allende por su pueblo, llevarán a cabo velorios en sitios emblemáticos durante el golpe y la dictadura, como el Estadio Nacional y antiguos centros de tortura de la policía secreta.
Las Fuerzas Armadas también conmemoran con actos religiosos el recuerdo a sus caídos. Mientras que los familiares de desaparecidos y ejecutados, así como antiguos prisioneros políticos, convocaron una marcha desde el centro de Santiago hasta el cementerio general, donde se levanta un monumento en memoria de las víctimas.
La convocatoria de este año, que cuenta con el respaldo de sindicatos y organizaciones sociales, “en demanda de un país más justo y democrático”, tiene como elemento adicional la solidaridad con la treintena de presos mapuche en huelga de hambre desde hace dos meses.
“Esperamos que no se produzcan incidentes de ningún tipo, ya que no debemos olvidar que es un momento para reflexionar y conmemorar a nuestras víctimas”, manifestó la vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Mireya García.
La Intendencia (Gobernación) Metropolitana autorizó la marcha.
Esta vez el mandatario chileno, Sebastián Piñera, quien no descartó durante su campaña que contrataría a ex colaboradores de Pinochet, no estará en Santiago para la conmemoración del derrocamiento y muerte de Allende, sino en la norteña región de Atacama, para asistir a un concierto de la Orquesta de Cámara de Chile dedicado a los 33 mineros que permanecen atrapados desde hace un mes en un yacimiento de 700 metros de profundidad.
Mil días de Gobierno popular
Mil días duró su Gobierno y el registro de su voz, mientras resistía el golpe militar en el palacio presidencial, profetizaba su muerte.
“Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo”, son algunas de las últimas palabras de Salvador Allende, dirigidas por radio al pueblo chileno, durante las seis horas de asedio. Se inmoló por un sueño de libertad y de justicia social para los más pobres.
Allende, el primer presidente socialista de Chile, ganó las elecciones en septiembre de 1970. Horas después de su victoria llamó a la consolidación de un gobierno independiente, socialista y revolucionario.
El compañero presidente, como le llamaba cariñosamente el pueblo, eliminó el latifundio y reformó las estructuras del Estado. Se atrevió a nacionalizar la vital explotación del cobre, que rentabilizaba una multinacional estadounidense. Con estas medidas, molestó a Estados Unidos y a la oligarquía chilena, pues canalizó los beneficios de los recursos naturales al servicio del pueblo.
Salvador Allende tuvo que afrontar diversas huelgas e intentonas golpistas promovidps por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, en inglés). El llamado tanquetazo, en junio de 1973, fue neutralizado tres meses antes del golpe militar que acabó con su vida.