Empresarios insisten en que es discrecional entrega de divisas

    La venta de bonos por 3.000 millones de dólares que realizó la semana pasada el Ministerio de Finanzas no cambia el panorama del sector empresarial.

Lejos de colmar los requerimientos de las empresas e industrias locales, el monto ofertado ni siquiera luce como un bálsamo para muchas de ellas. De hecho, la demanda fue de 9 mil 219 millones de dólares, tres veces más de lo asignado por las autoridades.

«La emisión es positiva pero sigue sin ser una solución al problema estructural que arrastra la economía venezolana», dijo Carlos Larrazábal, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).

Aunque explicó que la emisión permitirá a algunas empresas cumplir compromisos con los proveedores, sostuvo que para otras compañías la cantidad de dólares que obtendrán es «muy baja» y tendrá un impacto mínimo en su funcionamiento.

De acuerdo con la información oficial, el Gobierno nacional favoreció con la mitad de la emisión a las empresas de los considerados sectores «estratégicos» como el de los alimentos, salud y bienes de capital. En estos casos, los solicitantes recibieron el total demandado si su orden de compra estuvo entre tres mil y 18 millones de dó- lares.

El resto de la emisión se distribuyó entre personas naturales y empresas de otras áreas de la economía, pero, en el mejor de los casos, representó la adquisición de 66.000 dólares.

Paradójicamente, es ese segundo grupo de empresas el que con menos frecuencia accede a Cadivi y que tiene cerradas las puertas del Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) por las exigencias de la banca privada. «Para esas empresas sigue sin haber un mecanismo efectivo», apuntó Larrazábal.

El representante de los industriales destacó que requieren un mecanismo de acceso a las divisas que les dé «confianza» y «previsibilidad» a los productores nacionales.

Por su parte, Fernando Morgado, presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), calificó como «discrecionales» los criterios establecidos por las autoridades para la emisión del Bono Amortizado Soberano 2.022.

«Esos son los criterios que nosotros siempre hemos combatido porque toda discrecionalidad a la larga trae corrupción», expresó Morgado.

Aunque no detalló si las cámaras afiliadas al gremio tuvieron acceso a la emisión de bonos de la semana pasada, subrayó que ese tipo de medida no soluciona las distorsiones del actual esquema cambiario.

«Cualquier emisión va a ser insuficiente si no hay confianza. Lo ideal sería que se implementaran medidas económicas que devuelvan la confianza en las políticas económicas y en la moneda».

Escenario adverso

Para el presidente de Consecomercio, el cada vez más restringido acceso a los dólares ha puesto a los comerciantes ante un panorama adverso de cara al segundo semestre del año.

Sin embargo, indicó que el efecto no ha sido tan grave debido a la caída de la demanda, ocasionada a su vez por la recesión económica.

«Irónicamente no hemos tenido el colapso total porque la recesión ha permitido que los inventarios se hayan estirado un poco más».

Según estimaciones de varios gremios empresariales, alrededor de 40% de las importaciones efectuadas el año pasado se realizaron a través del antiguo mercado permuta, ventana que se cerró con la creación del Sitme.

En lo que va de año, sectores como el de las telecomunicaciones, autopartes, franquicias y ensambladoras han notificado el descenso vertiginoso de sus inventarios debido a las dificultades para obtener dólares y reponer así la materia prima o los bienes terminados.

rdeniz@eluniversal.com