El personal diplomático, empleados locales y administrativos, recibieron los despidos el pasado 4 de marzo de la Casa Amarilla donde les dan 30 días para abandonar sus cargos.
También se conoció que el cónsul general, Antonio Hernández Borgo, puso su cargo a la orden del Ministerio Relaciones Exteriores.
Presumen que la decisión la tomó la Cancillería tras una serie de denuncias de irregularidades que han venido realizando otro grupo de empleados que fueron despedidos por el Cónsul en el mes de octubre, tras hacer públicas las presuntas irregularidades.
Entre las denuncias presentadas por el anterior grupo de exempleados están los presuntos cobros ilegales por expedición de pasaportes, cónsules con ciudadanía estadounidense y supuestas adquisiciones irregulares de teléfonos satelitales.
Con información de Últimas Noticias