Según informó el medio británico “Daily Mail”, el artista, que hace unos días cumplió 65 años, confesó que si no hubiese dejado adicción en la década de los 90, él ya no existiría.
“Probablemente estará muerto. No quería terminar como lo hizo Whitney y fácilmente pude haber acabado así”, explicó.
La confesión del británico se produjo a poco más de un mes después de que Whitney Houston falleciera. La semana pasada, el reporte toxicológico de la cantante demostró que la artista era una consumista crónica.
El intérprete de “Bennie and the Jets” se describió como un “verdadero desastre” y dijo que lograr ponerse sobrio y limpio de drogas en 1990 fue su “gran desafío en la vida”, consignó el medio británico.
El cantante, quien en 2005 se casó con su pareja David Furnish con quien tienen un hijo de un año Zachary, siempre se ha mostrado dispuesto a hablar sobre sus batallas con el alcohol y las drogas.
Durante una entrevista con un programa de televisión estadounidense, el cantanteaseguró que su vida pudo haber tomado un rumbo completamente diferente si no hubiera superado sus adicciones.
“No sería la persona que soy hoy. No tendría a Zachary, no tendría a David, no tendía nada”, aseguró.
El Nacional