La participación fue de 64,6%, una caída de unos 8 puntos con respecto a las elecciones regionales de 2005, que fue del 72%, según las primeras estimaciones provisionales del ministerio del Interior.
La cifra es aún más baja que la registrada para las elecciones al parlamento europeo en junio del 2009, que fue de 65,5% de los inscritos.
Se trataría del porcentaje más bajo de participación en los 15 últimos años.
En una pequeña localidad de Calabria, en el sur, votó sólo el 2,8 del electorado por protesta, porque se “sienten abandonados por las instituciones y los políticos”.
La caída ha sido interpretada también como una señal del desgaste del partido de centroderecha del multimillonario jefe de gobierno Silvio Berlusconi.
“La baja afluencia puede ser explicada como una crítica a la clase política, que no ofrece respuestas a las dificultades econonómicas“, comentó por su parte Paolo Gentiloni, del opositor Partido Democrático (PD) al canal de televisión SkyTG24.