EL «SAMURAI» SENTENCIÓ A LA TRIBU

      Remontar encuentros ha sido algo común para los Tiburones de La Guaira esta temporada. Lo importante es que siempre hay un nuevo héroe en cada uno de de los juegos. Esta vez le tocó al “Samurái” Alex Cabrera, quien con un sablazo venció al que es considerado el mejor pitcher del torneo, el lanzador de Caribes Renyel Pinto.

El inicialista de los escualos había fallado en sus primeros dos turnos frente a Pinto, pero en el tercero supo hacer el ajuste y conectar un batazo que cambió la historia del encuentro. “Ya en los dos primeros turnos lo había fallado”, dijo Cabrera, quien tiene seis empujadas en 5 encuentros. “En el turno me preparé para hacerle un swing largo. Esa es parte de la experiencia que tengo como jugador y le di por donde le tengo que dar”.

Pese a dar el jonrón, el toletero no se sintió conforme con su bambinazo que se fue en línea por el jardín central. “Quería dar un batazo más fuerte. Si esa pelota se hubiera levantado más, quien sabe donde hubiese caído”, dijo el inicialista que esperaba un batazo así desde el primer encuentro. “Tenía días dándole bien a la pelota”.

Luego de llegar al home el jugador fue felicitado por sus compañeros y de inmediato hizo un gesto hacia las primeras sillas al lado del dogout, donde estaba su hijo Ramón Cabrera, quien no viajó con los Leones del Caracas a Margarita. “En el VIP estaba la persona que yo quería que jugara ayer”, expresó el experimentado player. “Hubiera sido algo histórico, el hijo quechando y su padre bateando. Yo le dije que mi primer cuadrangular de la temporada se lo iba a dedicar a él”.

“PUDIMOS DESCIFRAR A PINTO”

En el sexto episodio el equipo de los Tiburones hizo el “ajuste” para poder batearle a Renyel Pinto, quien tenía más de 13 innings sin permitirle carreras a los escualos. El manager Marco Davalillo está conforme con lo logrado por sus muchachos ayer, pero todavía no celebra pese a tener 32 victorias y lucir cómodos en el primer lugar.
“No podemos tener calma”, dijo Davalillo. “Hay que seguir jugando duro. Tenemos un compromiso importante con la fanaticada. Seguiremos trabajando para pensar más adelante en un campeonato”.

Aunque Cabrera fue la bujía con su estacazo, el estratega le da mérito a todo el grupo que pudo lograr el triunfo ayer y seguir haciendo historia en una franquicia que hace varios años no tenía una campaña tan buena como la que está viviendo en los actuales momentos.