El cantante de Baby fue invitado a la fiesta de los dulces dieciséis de su compañera de gira Jessica Jarrell, y no dudó en llevar a Selena Gomez como su acompañante.
Según ha afirmado un testigo presencial a Hollywood Life, ambos jóvenes “intercambiaron miradas y sonrisas” durante toda la tarde, y estuvieron “bromeando mientras patinaban” y comían pizza y pasteles.
Pero la gran cantidad de asistentes les frenó a la hora de mostrarse cariñosos en público, e incluso “se negaron educadamente” a hacerse fotos juntos, aunque sí se tomaron todas las que les pidieron individualmente.
De hecho, ambos mantuvieron una cierta distancia discreta. Justin estuvo hablando con Cody Simpson y la niña del cumpleaños, mientras que Selena prefirió hablar “sobre maquillaje y otras cosas de chicas” con otras jóvenes presentes.
Tras pasar toda la tarde haciendo esfuerzos por no llamar la atención como pareja, Bieber y Gomez abandonaron la fiesta a la vez. “Era obvio que querían pasar tiempo juntos”, concluye esta misma fuente.