La Fifa explicó que en sus competiciones no se llevarán a cabo exámenes de verificación ni obligatorios ni rutinarios y que serán las asociaciones y el cuerpo médico de los equipos los responsables de certificar la identidad sexual de sus jugadores antes del nombramiento de su selección nacional.
El reglamento, que pretende “proteger la dignidad y la intimidad de las personas”, define los trámites para la verificación, “siempre que exista una duda bien fundada”.
También limita las personas jurídicas o naturales con derecho a solicitar trámites de verificación de la identidad sexual al jugador en cuestión, una asociación, el cargo médico de la Fifa designado o el Jefe Médico de la Fifa.
Cuando se abran trámites para la verificación el médico del equipo facilitará las documentación para una investigación pormenorizada, como el historial médico, los niveles de hormonas sexuales, el diagnóstico, el tratamiento y resultados actualizados.
Si fueran necesarios más exámenes sólo podrá hacerlos experto independiente, que se buscará en el país anfitrión. Cuando un experto no sea capaz de aclarar la situación, se encargará a un grupo de especialistas.
En el próximo mundial femenino se nombrará a un experto independiente para que colabore en dichos trámites en el caso de que se requieran y únicamente la Comisión Disciplinaria de la Fifa tendrá potestad para imponer sanciones.
El reglamento también determina que la petición de un examen debe fundamentarse en razones y pruebas y que si resulta obvio que la petición carece de fundamento o credibilidad el secretario general de la Fifa la rechazará. Si se eleva una protesta irresponsable o infundada, la Comisión Disciplinaria podría imponer sanciones.