“El llanto de Hugo es sincero. Corresponde a su fragilidad espiritual, esa de la cual tanto he hablado. La que Fidel olió y manipuló para convertirlo en su pelele“, resaltó.
Afirmó que sus lágrimas son una expresión sincera y respetable, pero que “lamentablemente Hugo (Chávez) se dejó arrastrar por el odio”.
A continuación la columna de Rafael Poleo:
El llanto de Hugo es sincero. Corresponde a su fragilidad espiritual, esa de la cual tanto he hablado. La que Fidel olió y manipuló para convertirlo en su pelele.
En todo caso, ese llanto una expresión sincera y por lo tanto respetable. Sólo que esa sensibilidad está mal orientada. Hugo se dejó arrastar por el odio, que es el más destructivo de los Cuatro Gigantes del Alma (el miedo, el odio, la cólera y el amor, Mira y López dixit).
Ahora, cuando la muerte aletea sobre su cabeza, es el momento para revisar esa desviación que le indujo fomentar el odio entre los venezolanos, hoy divididos en dos bandos que hay que reconciliar para poder construir una nación civilizada en este campamento minero que nos legaron los libertadores. Porque, así como estás, Hugo, no pasas el examen de San Pedro.
Rafael Poleo
Corto y Profundo
Amargo llanto
Twitter: @PoleoRafael