En una entrevista que hoy publica el vespertino francés “Le Monde”, Mulet reconoció problemas de seguridad y coordinación de la ayuda y aseguró que el objetivo que se han marcado es “alimentar a un millón de personas en dos semanas y a dos millones antes de un mes”.
El diplomático guatemalteco calificó de “pesadilla” la situación logística para la distribución de la ayuda humanitaria.
“El aeropuerto es muy pequeño y sólo tiene una pista. Los dos puertos principales de la ciudad fueron destruidos. Nos falta carburante. Enviamos convoyes desde la República Dominicana, pero el aeropuerto de Santo Domingo está desbordado”, relató.
Mulet descartó cualquier tensión con Washington por el control de la situación y señaló que hay un acuerdo para repartirse las tareas.
“La MINUSTAH va a continuar trabajando sobre los aspectos de seguridad con el Gobierno y la policía. Las fuerzas estadounidenses y canadienses se concentrarán sobre la ayuda y la distribución, porque tienen los equipos para ello”, aseguró el diplomático, que señaló que también pueden contribuir en labores de seguridad si se lo piden.
Insistió en que la presencia estadounidense es “temporal”, que su “aportación es honesta” y que no será más necesaria “en unas semanas, cuando las estructuras de la ayuda humanitaria se restablezcan y la seguridad haya vuelto”.
Mulet destacó el “clima de trabajo constructivo” que hay entre la misión de la ONU y las tropas estadounidenses y señaló que, aunque controlan el aeropuerto, la MINUSTAH tiene un representante permanente que “establece las prioridades”.
El diplomático reconoció problemas de seguridad “normales” en una catástrofe de esa amplitud, pero señaló que la situación está “bajo control”.
Insistió en la ausencia de “robos violentos” y dudó que pueda considerarse un hurto cuando personas hambrientas entran en una casa o en una tienda destruida por el terremoto para poder llevarse algo de alimento.
“Hay incidentes, robos, hurtos, pero son casos aislados. Los bandidos no han tomado el control de la ciudad”, agregó.
El diplomático guatemalteco fue nombrado al frente de la MINUSTAH tras el fallecimiento del tunecino Hedi Annabi, que pereció bajo los escombros del edificio de la ONU en Puerto Príncipe, derribado por el terremoto.
Mulet había dirigido la MINUSTAH durante 14 meses hasta agosto de 2007.
Con información EFE