El iPad llega como una estrella de rock y destrona otras tecnologías

Conectado a internet, más grande que un teléfono pero más pequeño que una computadora portátil, las tabletas informáticas, el iPad, emergieron como la tendencia más exitosa de 2010 para satisfacer a una generación que vive buscando la conexión omnipresente.

El iPad, lanzado en abril por Apple, se convirtió en el accesorio digital imprescindible del año.

Mientras, los rivales de la empresa intentan destronar a la compañía que marca tendencias antes de que acapare el mercado de las tabletas informáticas, de la misma manera que su iPod los hizo con el mercado de los reproductores MP3.

“Apple dio en el clavo e hizo de su tableta informática un éxito”, dijo el analista de Gartner, Ken Dulaney. “Van a haber un montón de personas tratando de destronarlo, pero va a pasar como con los iPods. Todo el mundo quiere uno”.

El estilo de vida de la era de internet preparó el terreno para que el debut de la tableta informática, tal cual una estrella de rock, resultara exitoso, según la analista de Forrester Research, Sarah Rotman Epps.

Las semanas de trabajo se han vuelto más largas con la proliferación de aparatos que mantienen a las personas conectadas en forma constante con sus jefes en las noches y durante los fines de semana, según las estadísticas de Forrester.

“Los consumidores están trabajando todo el tiempo, tienen menos tiempo libre y menos dinero para gastar, pero siguen queriendo maximizar el disfrute que tienen ahí afuera”, a través de estos accesorios, explicó a la AFP Rotman.

“Las tabletas satisfacen esa demanda por los accesorios informáticos que llenan los momentos de ocio y minimizan el tiempo de desconexión”, apuntó la misma fuente.

Según las estadísticas de Forrester, 26% de los consumidores estadounidenses que compraron iPads los usan para el trabajo y para efectos personales.

El lugar preferido para usar el iPad es el living room, y la habitación matrimonial aparece segunda en la clasificación de Forrester.

“La gente está usando las tabletas para leer el Wall Street Journal o ver televisión en la cama”, dijo Rotman Epps. “En algunas circunstancias, está reemplazando las laptops, la televisión y la prensa impresa”.

Las investigaciones del comportamiento del consumo muestran que los dueños de las tabletas de Apple ven más videos, noticias y otros contenidos en línea que otras personas.

La evolución de la tecnología inalámbrica, el crecimiento de la demanda para comunicaciones más rápidas y un acceso más ágil a internet son las tendencias claves que darán forma a los sectores de telecomunicaciones, medios y tecnología en Estados Unidos en esta década, indicó un informe de la consultora Moody divulgado en diciembre.

Las personas se están sofisticando con accesorios portátiles, medios digitales y comercio en línea.

La compañía Apple se benefició del “Efecto iPad” en los últimos cuatro meses de 2010, con cerca del 95% de los iPads enviados a América del Norte, indicó un reporte DisplaySearch.

Algunos analistas esperan que las ventas del iPad superarán la marca de 10 millones este mes, si es que aún no alcanzaron ya ese récord.

Forrester advirtió que en 2015, el número de usuarios estadounidenses de tabletas computarizadas será de 75 millones, más que la cifra actual de usuarios de notebooks, pero menos que los que usan teléfonos inteligentes (smartphones) o laptops.

Las expectativas sobre las tabletas informáticas no apuntan a que se coman las ventas de otras computadoras personales, pero es posible que los consumidores sustituyan sus aparatos más lentos si tienen iPads para ver videos, por ejemplo.

La moda por estas tabletas presionará a una baja de los precios de las computadoras portátiles, según una investigación de Forrester, que indica que los consumidores consideran que no vale la pena pagar 140 dólares más para obtener una portátil en lugar de una tableta.

“Las tabletas cambiaron realmente el pensamiento del consumidor sobre las computación móvil y el pensamiento de la industria”, indicó el analista de Forrester, Charles Golvin.