Petróleos de Venezuela (PDVSA) asumió el control de las operaciones de crudo costa afuera en el 2007, en medio de una oleada de nacionalizaciones que abarcó multimillonarios proyectos en la Faja del Orinoco y que se ha extendido a casi todos los ámbitos de la economía.
“Hicimos una inspección y llegamos alarmados. Las operaciones acuáticas de PDVSA están poniendo en peligro la vida de los trabajadores”, dijo Eudis Girot, directivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros (Futpv).
La federación está elaborando un informe sobre las infraestructuras marítimas estatales para solicitar que sean declaradas en emergencia por presentar fallas operacionales, laborales y de seguridad, que sería entregado esta semana al ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez.
“Se están violando las normativas de seguridad. Las plataformas presentan alta corrosión, el canal de navegación no está señalizado, se han detectado altas concentraciones de H2S (sulfuro de hidrógeno) y hay un derrame de químicos (lodos de perforación) en las instalaciones en tierra”, afirmó Girot.
PROBLEMAS DE LOGISTICA
La Futpv había señalado que la plataforma Aban Pearl, valorizada en 200 millones de dólares y que se hundió el 13 de mayo luego de que ingresara agua debajo de los pontones que la sustentaban, había registrado fallas operativas.
La planta había llegado al país en el 2009 para perforar pozos de prueba de gas en el proyecto Mariscal Sucre, a unos 8 kilómetros de Trinidad.
Venezuela no tiene una amplia infraestructura costa afuera. Además de la operación gasífera, actualmente sólo tiene en funcionamiento las instalaciones petroleras de Corocoro, en el Golfo de Paria, que comenzaron a producir en el 2008.
La empresa mixta Petrosucre, que opera Corocoro, está integrada mayoritariamente por PDVSA y también participa la italiana ENI, tras el retiro de Conoco Phillips del país en 2007.
A principios 2009, la estatal anunció la toma de las operaciones del taladro ENSCO 69, el único que trabaja en Corocoro, alegando que la firma ENSCO PLC, basada en Londres, había abandonado sus responsabilidades en espera por el pago de deudas acumuladas.
Meses después, como parte de la nacionalización de un conjunto de actividades conexas a la producción de crudo, PDVSA también asumió de manera forzosa la operación de las plataformas de separación de líquidos y almacenamiento de Corocoro, que administraba la estadunidense Exterran.
Para ese momento anunció que las facilidades de producción de Petrosucre, que hoy están extrayendo unos 38.000 barriles por día (bpd) de crudo, serían reemplazadas en 2010 por una gran plataforma nueva que estaba en construcción. Sin embargo, esto no ha ocurrido.
El sindicato también denunció la carencia de suficientes embarcaciones para el traslado del personal, lo que complica la logística y obliga a veces a los trabajadores a permanecer en las plataformas 40 días o más.
“En varias ocasiones han estado a punto de naufragar”, agregó Girot, quien dijo haber recibido una larga lista de quejas de los casi 400 trabajadores del proyecto.