Sus cuerpos flotaron y la marea los arrastró a la orilla, muy cerca de donde ocurrió el incidente. Gracias a la ayuda de Protección Civil Zulia y de la Cañada de Urdaneta, Guardacostas, oficiales del Cpbez, Bomberos de la Cañada de Urdaneta y del Inea, los familiares recuperaron sus cuerpos en la costa de una playa privada ubicada en el sector El Muro, en la Cañada, detrás de las plantas de Termozulia.
María Virginia y Carlos Javier eran dos completos desconocidos, pero sus destinos se cruzaron para darles a ambos un final fatal en un día que había estado marcado de risas y diversión.
La adolescente, que hace 43 días había dado a luz a su primogénito, había salido de su casa ubicada en el barrio Integración Comunal, en Maracaibo, con dos de sus hermanas y unas amigas para ir a la playa. El hombre, por su parte, estaba en casa de la mujer con la que, desde hace 4 años, trabajaba y, junto a sus compañeros, disfrutaba de un día de descanso.
Parra había estado jugando dominó con sus amigos. De repente, a eso de las 4:00 de la tarde del Viernes Santo, decidió tomar la moto de agua de su jefa para pasear en el agua. Pasó varias veces por el frente del grupo de muchachas donde estaba Viera y éstas se entusiasmaron. Le pidieron “una colita”.
Las muchachas, una a una, fueron aprovechando el paseo y la última en embarcarse con Carlos fue María Virginia. Ninguno tenía chalecos salvavidas o algún tipo de equipo de protección, además de que estaban en una playa declarada como “No Apta” para el asueto de Semana Santa.
Tras dar una vuelta, la chica le pidió al hombre que la dejara manejar a ella la moto y él aceptó. Hasta ese momento los vieron. El vehículo acuático zozobró y ellos desaparecieron.
Tras recuperar los cadáveres por parte de las autoridades, efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) efectuaron el levantamiento correspondiente y los trasladaron hasta la morgue.
Jesús Alberto Viera, padre de la muchacha muerta, comentó que, tras su embarazo había abandonado sus estudios pero que los retomaría el próximo año escolar. Era la tercera de 7 hermanos.
Por su parte, Carlos Parra, padre del hombre fallecido, comentó que su hijo dejó un bebé de tres años y era casado. Dijo vivía en el Sabilar, sector Parral Sur, en la Cañada de Urdaneta. Laboró como mototaxista y desde hace 4 años laboraba con la mujer con la que estaba en una finca y como su mensajero.
Fotos: Antonio Suzzarini
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