La quinta La Esmeralda copó ayer su aforo con los que se acercaron a festejar con las autoridades del «partido del pueblo», incluyendo los candidatos y dirigentes de la plataforma unitaria a la Asamblea Nacional de todos los partidos del espectro opositor. No faltaron los tambores, el canto y el baile, así como las tradicionales «reinas blancas» parroquiales.
Contra el miedo vota blanco
La vicepresidenta del partido, representante de la generación de los fundadores, Isabel Carmona viuda de Serra, enérgica al extremo pese a sus años, empezó las arengas a sus copartidarios. Exclamó que a sus 69 años, el partido «está profundamente arraigado en el pueblo. Somos la gran fuerza política. ¡Se mueve Venezuela!», dijo a todo pulmón y recordó el lema empleado 52 años atrás: «Contra el miedo, vota blanco».
No faltaron las referencias al presidente de la República, a quien Carmona advirtió: «En AD le decimos al tirano: vas en bajada. El pueblo ya despertó y tú no tienes otro camino que retirarte».
En este marco, fue destacada la intervención del alcalde metropolitano, Antonio Ledezma -creador del partido ABP-, quien en el discurso que precedió al de Ramos, anunció que desde AD se está promoviendo «el reencuentro definitivo de todas las fuerzas socialdemócratas». «Que podamos repensar al país, que todas las organizaciones que tenemos parentela desde el punto de vista de la socialdemocracia podamos instalar un diálogo fecundo, hablar por Venezuela y para Venezuela», propuso Ledezma.
El alcalde afirmó, con referencia al intento fallido del presidente de la República, Hugo Chávez, de desplazar a AD del panorama político nacional, que «pretender disolver a Acción Democrática es pretender disolver la fe y la esperanza del pueblo de Venezuela (…) Esta organización lucha por mayor democracia. Hay otros que simplemente luchan por más poder, sin entender que cuando se tiene poder en este país, se deben tener también mayores responsabilidades y ese es el compromiso que asume esta organización del país», dijo Ledezma desde la tarima central, acompañado de Ramos Allup y la esposa de éste, Diana Dagostino, presidenta de la Fundación Hatillana de Atención a la Infancia y a la Familia (Fundhainfa).
El déspota es el culpable
En una intervención de unos 10 minutos -«porque los festejos están reñidos con los discursos largos»- el secretario general Henry Ramos, expresó su complacencia por la receptividad de los invitados. «¡Esto está hasta los ñames!», exclamó desde la tarima central extendiendo su visita hasta el final del enorme salón de fiestas.
Confirmó lo dicho por Ledezma, en el sentido de que los dirigentes de la misma familia política hace algún tiempo están teniendo aproximaciones «para ver cómo nos reunimos».
Ramos ratificó su convicción de que el cambio político y la restitución plena de la democracia en el país vendrá por el camino de los sufragios. Advirtió a Chávez que «el pueblo venezolano lo sacará de Miraflores a punta de votos».
Sobre el perfil del mandatario, Ramos afirmó que «el déspota que tenemos en Miraflores es infinitamente inferior al país que tiraniza» y dijo, es a él a quien hay que derrotar porque «es el culpable de todas las desgracias» que sufre el país.