Jesús Manuel García López, Gastroenterólogo del Hospital General, declaró que en ocasiones la idea de que este tipo de productos provocan lesiones en el organismo, es originada por algunos médicos que prefieren que sus pacientes sigan con esa creencia a que modifiquen los conceptos erróneos.
“A veces es difícil tratar de educar a la ciudadanía, sobre todo cuando son ideas muy arraigadas”, detalló García López.
La información de que la salsa picante no produce enfermedades gastrointestinales se ha proporcionado en foros médicos desarrollados en el país.
Jesús García comentó que la percepción de que los mencionados productos y chiles provocan úlceras es similar al concepto de que las vitaminas brindan energía o calorías, lo cual no es cierto.
Hasta el momento, estudios no han comprobado que la salsa o el chile ocasionen úlceras, según expresó el especialista, sin embargo, se recomienda que pacientes que presentan estas lesiones restrinjan su consumo, ya que agrava el problema.
García López aseguró que no ha recibido en el nosocomio personas con problemas ocasionados por consumir salsa picante, pero sí ha atendido gente con úlceras originadas de la ingesta de fármacos y antiinflamatorios no esteroideos, la mayoría de ellos automédicados y los demás por prescripción, debido a que cuentan con patologías reumatológicas o artropatías degenerativas crónicas, mismas que son muy dolorosas.
“Los medicamentos derivados del acetilsalicílico, naproxeno y diclofenaco bloquean las sustancias que defienden al cuerpo del desarrollo de una úlcera”, específico.
Agregó que el daño que podría provocar la salsa picante en el organismo sería una diarrea, sólo cuando se consume en exceso. El motivo de lo anterior, es que es demasiado irritante y el aparato digestivo trataría de eliminarlo.
En un sondeo que se realizó a alumnos de educación básica en Torreón, todos reconocieron consumir este producto. Sólo uno de los siete entrevistados afirmó no agregar una gran cantidad del líquido a sus alimentos, el resto manifestó lo contrario.
Alrededor del 85 por ciento de estos pequeños reconoció que ha presentado dolores estomacales, después de haber comido bastante salsa, pero no dejan de ingerirla, porque les gusta demasiado. Esta razón, también es la causa de que no obedezcan a sus padres cuando les indican que no coman este producto.