El cómico que ha hecho reir a medio mundo, Gene Wilder, cumple 75 años

      Si las imágenes de payasos tristes o arlequines llorones no estuvieran tan cargadas de clichés, tendría que haberse inventado una con el rostro de Gene Wilder.

Ha hecho reír a millones de personas con sus maneras nerviosas y despistadas, pero un cáncer le quitó a su mujer cuando ésta tenía 42 años, y posteriormente a él mismo también le fue diagnosticada esta enfermedad. El propio Wilder, que ha manifestado su simpatía por “los hombres tristes que son divertidos”, se definió como “depresivo, melancólico y escéptico”. Mañana cumple 75 años.

Cuando el 11 de junio de 1935 -hay quienes afirman que fue en 1933- llegó al mundo Wilder en Milwaukee, en el seno de una familia de emigrantes judíos procedentes de Rusia, se llamó Jerome Silbermann. Según “The Washington Post”, fue un médico el que lo convirtió en comediante: Quería que su madre, enferma, sonriera, y el pequeño Jerry comenzó a hacer payasadas y descubrió el gusto por la actuación.

Durante sus estudios, entre otros bajo la batuta del legendario Lee Strasberg, elegía aún los papeles más serios. Cuando subió a las tablas para representar “Madre coraje” de Bertolt Brecht, el novio de su compañera Anne Bancroft (”Mrs. Robinson”) se fijó en él. Era Mel Brooks, y lo fichó para su comedia “The Producers”. Aquel papel no sólo le valió una nominación al Oscar, sino también marcó el inicio de su carrera como comediante.

Con sonrisa de estar en las nubes y los ojos abiertos como platos aparecía en el filme de Woody Allen “Every Thing You Always Wanted to Know About Sex. But Were Afraid to Ask”, dando vida a un médico que se enamoraba de una oveja. Después se vistió de lila y fue Willy Wonka en “Charlie y la fábrica de chocolate” (Tim Burton). Y junto a Richard Pryor formó una de las parejas cómicas más recordadas, con filmes como “El expreso de Chicago” o “Stir Crazy”.

Sin embargo, su principal éxito es el remake de un filme francés, “La mujer de rojo”, donde da vida a un conservador hombre de negocios que tropieza con una modelo que roba el aliento. Aunque nunca logra acostarse con ella, sufre todas las desventajas del adulterio (costes, ruptura del matrimonio, bochorno). El tema de Stevie Wonder “I Just Called to Say I Love You” se alzó con un Oscar.

Su compañera en la ficción, la dura de pelar Ms. Milner, fue su tercera esposa en la vida real. Pero poco después a Gina Radner le fue diagnosticado un cáncer, y falleció en 1989. Wilder fundó la asociación Gilda’s Club para la detección temprana de esta enfermedad, que también le fue diagnosticada a él.

El cáncer le llevó a tener que rechazar papeles y sólo actúa muy de vez en cuando. Su última actuación fue hace 7 años con un mini papel en la serie “Will and Grace”. Pero Wilder, que entre tanto ha escrito varias novelas, no lamenta su destino: “Me considero entre quienes han tenido suerte”, dijo una vez.

Con información de DPA