Hay una serie de rutinas especiales que disminuyen los problemas de circulación en todas las etapas de la vida. A continuación queremos compartir los 6 ejercicios que puedes hacer sin salir de casa.
Los problemas de circulación sanguínea suelen afectar con regularidad a las piernas, causando distintos síntomas como las venas várices, dolor, inflamación y otra serie de dificultades que disminuyen la calidad de vida.
A menudo se produce por la incapacidad de las venas para realizar el retorno de la sangre al corazón, debido a que la parte inferior tiene que esforzarse más al tener que luchar contra la gravedad.
La incidencia de desarrollar patologías debido a este problema aumenta con la edad; tal es así que más de la mitad de la población las padece a partir de sus 50 años.
1. Emulación de bicicleta
Una de las mejores actividades para promover la buena circulación de la sangre en las piernas es la emulación de bicicleta, tumbados en el suelo.
Este movimiento implica elevar y mover las piernas al mismo tiempo, lo que favorece el retorno de la sangre hacia el corazón.
¿Cómo hacerlo?
Tumbada en el suelo o en una colchoneta, asegúrate de poner la espalda contra el suelo y las manos detrás de la nuca.
Eleva las piernas y simula pedalear durante uno o varios minutos.
Realiza este ejercicio todos los días.
2. Elevar y flexionar
Los ejercicios de elevación de piernas ayudan a fortalecerlas mientras estimulan el flujo sanguíneo para tratar trastornos como las várices.
En este caso se combina con las flexiones de rodillas que son un movimiento complementario para óptimos resultados.
¿Cómo hacerlo?
Tumbada en el suelo boca arriba, eleva las piernas en dirección al techo y extiéndelas tanto como puedas.
A continuación, flexiona las rodillas y vuelve a estirar hasta completar 20 repeticiones con movimientos alternos.
3. Separación de piernas
Este simple movimiento facilita el retorno de la sangre desde las piernas hacia el resto del cuerpo y evita la formación de venas várices y arañitas.
Consiste en separar y juntar las piernas en repetidas ocasiones, tratando de mantener un equilibrio para que no caigan hacia el suelo.
¿Cómo hacerlo?
Tumbada en el suelo mirando hacia el techo, levanta las piernas estiradas, sepáralas y vuélvelas a juntar.
Realiza dos o tres series de 15 repeticiones cada una.
4. Giros de las piernas
Los giros de las piernas son un movimiento relajante que ayuda a impulsar la circulación después de un día intenso de actividades.
Al principio puede parecer un poco pesado por el número de repeticiones, pero se puede realizar de forma gradual hasta lograr las recomendadas.
¿Cómo hacerlo?
Acostada en una alfombra, levanta una de las piernas bien estirada y haz giros en el sentido de las agujas del reloj.
Baja con cuidado la pierna ejercitada hacia el suelo y levanta la otra para hacer la misma actividad.
Haz entre 15 y 20 giros con cada pierna, e intenta completar tres series.
5. Flexiones de los pies
Las flexiones, en todas sus formas, siempre serán un gran ejercicio para mejorar la circulación y fortalecer los músculos.
En este caso se trata de un tipo de flexión bastante simple, donde el movimiento se realiza solo con los pies.
¿Cómo hacerlo?
Sentada en una silla, con los talones apoyados en el suelo, levanta las puntas de los pies y mantenlas unos segundos.
Luego, bájalas y levanta los talones de manera alterna.
Completa 20 repeticiones con cada uno.
6. Caminar
Uno de los ejercicios que no podemos dejar de mencionar es una simple caminata. Los movimientos que se ejercen al caminar son excelentes para promover el flujo sanguíneo y fortalecer los vasos.
¿Cómo hacerlo?
Dedícale 20 minutos todos los días a una caminata a paso rápido.
Puedes aprovechar este tiempo para ir a un parque o pasear tu mascota. Lo importante es hacerlo seguido.
¡Para tener en cuenta!
Todos estos ejercicios son una gran terapia contra los problemas de circulación siempre y cuando se adopten como parte de la rutina diaria. Hacerlos de forma regular también contribuye a tonificar para lucir unas piernas más esbeltas y hermosas.
Sin embargo, para que los efectos sean óptimos, es esencial apoyar su práctica con el consumo de alimentos saludables que contribuyan a estimular la circulación.
Algunos de ellos son:
Arándanos
Cereales
Jengibre
Frutos secos
Pescado azul
Ajo y cebolla
Cúrcuma
Vegetales de hojas verdes
También se debe evitar el uso prolongado de zapatos demasiado altos y la ingesta excesiva de sal.
Teniendo en cuenta todas estas medidas podrás mantener tus piernas saludables y libres de esas antiestéticas várices.
Fuente: Mejor con salud