Ha habido un consenso “sobre la formación de un comité que contará con el poder judicial y un cierto número de personalidades políticas, para estudiar y proponer las enmiendas constitucionales y legislativas que se requieren (…) antes de la primera semana de marzo”, anunció Radi.
Los Hermanos Musulmanes participan en esas discusiones, así como algunos grupos que han estado presentes en las manifestaciones desde el 25 de enero para exigir la renuncia de Hosni Mubarak.
Es la primera vez en medio siglo que el gobierno y los Hermanos Musulmanes, oficialmente proscritos, llevan a cabo de forma pública conversaciones políticas.
Según Radi, los participantes en la reunión del domingo se pusieron de acuerdo sobre “una transición pacífica del poder, basada en la Constitución”.
Su comunicado, leído por Radi, propone la apertura de una oficina destinada a recibir las quejas relativas a los prisioneros políticos, el levantamiento de las restricciones impuestas a los medios y el rechazo a “cualquier injerencia extranjera en los asuntos egipcios”.
El texto exhorta también al levantamiento del estado de emergencia “según la situación de la seguridad”.
Sin embargo, algunos grupos implicados en el movimiento de protesta contra el régimen rehúsan participar en el diálogo mientras el presidente Hosni Mubarak no haya renunciado.
El jefe de Estado, de 82 años, anunció que no se presentará a un nuevo mandato en la presidencial prevista en septiembre, pero no parece tener la intención de dimitir.
EFE