«El presidente es muy terco, pero nosotros lo somos más», gritó uno de los líderes a los manifestantes, justo después de que Hosni Mubarak terminara de leer un mensaje televisado, informó AFP.
El discurso fue pronunciado a las 11:00 pm, luego de una histórica jornada de protestas en las que más un millón de personas tomaron las calles.
«Les digo con toda sinceridad que, al margen de las actuales circunstancias, no tenía intención de participar (en las elecciones de septiembre)», afirmó el todavía Presidente.
En su discurso, Mubarak dijo que pedirá al Parlamento que cambie la legislación y los artículos de la Constitución en la que se fijan los requisitos para poder optar al cargo.
El actual esquema es muy estricto, e impide que pueda aspirar a la Presidencia el premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei, uno de los principales dirigentes de la oposición.
Además, el jefe de Estado egipcio dijo que pedirá que se le dé curso a las impugnaciones presentadas por los resultados de los últimos comicios legislativos, en noviembre y diciembre pasados, que se desarrollaron en medio de fuertes denuncias de fraude.
EEUU y la transición
El anuncio se produjo después que el New York Times filtrara que Barack Obama le solicitó a su par egipcio que no se presente a la reelección en septiembre. La información fue confirmada posteriormente por un funcionario estadounidense bajo anonimato.
En declaraciones posteriores, el mandatario estadounidense afirmó que su colega egipcio reconoce que la situación es insostenible y que «debe haber un cambio» y se solidarizó con los jóvenes, citó AP.
En su discurso Mubarak recordó que el fin de semana pasado nombró un nuevo Gobierno para responder a las demandas que se le pedían en la calle, y también le pidió al vicepresidente, el general Omar Suleimán «que dialogará con todas las fuerzas políticas».
Esta invitación fue rechazada por los grupos de la oposición, a los que acusó de «defender simplemente sus agendas».
No obstante, insistió en que está comprometido con lograr una «transición pacífica».
Presión en las calles
Pero la oposición se mantiene firme. Tras la exitosa jornada de protestas los egipcios se sienten fortalecidos y afirman que «no habrá negociaciones» hasta que Mubarak, de 82 años y en el poder desde 1981, presente su renuncia, cerrando así la puerta al diálogo.
Los manifestantes de El Cairo confluyeron ayer hacia la plaza Tahrir (Plaza de la Liberación), epicentro de la rebelión, sin que se registraran enfrentamientos y con la custodia de los efectivos militares.
En la multitud había familias enteras, con niños que jugaban a la guerra. Los transeúntes aplaudían al pasar delante de un maniquí que representaba al mandatario colgado, con una estrella de David en la corbata y fajos de dólares en los bolsillos, reportó Efe.
Al caer la noche, decenas de miles de personas permanecían en la plaza cantando canciones de la legendaria Umm Kalzum, sentadas y agarradas de las manos.
Algunos grupos de manifestantes hicieron hogueras para enfrentar el fío de El Cairo. «Mubarak se va, nosotros nos quedamos», gritaban los manifestantes determinados a quedar en la plaza hasta la renuncia del presidente.