Alfonzo disputó 12 campeonatos con cuatro equipos en la gran carpa. Bateó para .284, con 1.532 hits y 146 cuadrangulares. Además, ganó el Bate de Plata en 1999 y participó en el Juego de Estrellas de 2000.
Vistió la camiseta de Mets (ocho campañas), Gigantes (3), Angelinos (1) y Azulejos (1).
Williams jugó toda su carrera de 16 temporadas en las mayores con los Yanquis de Nueva York.
El jardinero ganó el título de bateo de la Liga Americana en 1998, con promedio de .339, y se retiró en 2006 con promedio de .297, 2.336 hits y 287 jonrones.
Williams conquistó cuatro títulos de Serie Mundial con los Yanquis, fue elegido a cinco juegos de estrellas y ganó cuatro guantes de oro.
Sierra jugó 20 temporadas con los Rangers de Texas, Atléticos de Oakland, Yanquis, Tigres de Detroit, Rojos de Cincinnati, Azulejos de Toronto, Medias Blancas de Chicago y Mellizos de Minnesota.
El guardabosque acumuló promedio de .268, 306 cuadrangulares y 1.322 remolcadas, y tuvo su mejor campaña en 1989 con Texas, cuando fue líder de la Americana con 119 impulsadas y .543 de slugging y terminó segundo en la votación al premio del jugador más valioso.
López sacudió 260 vuelacercas en sus 15 temporadas, la mayoría como receptor de los Bravos de Atlanta; mientras que Castilla es considerado como el mejor bateador mexicano en la historia de Grandes Ligas gracias a sus 320 jonrones y 1.105 remolcadas en 16 campañas, nueve de ellas con los Rockies de Colorado.