El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acaba de aprobar un grupo de nuevas sanciones económicas contra Rusia para castigar a Moscú por la interferencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Estas sanciones, que golpearán al sector energético ruso, han sido criticadas sobre todo en la Unión Europea, que teme por su suministro de gas.
La ley, adoptada la semana pasada por el Senado, fortalece las sanciones contra Rusia debido a su supuesta interferencia en las elecciones de 2016 en EEUU, sus acciones en Ucrania y en Siria, y sus violaciones de derechos humanos, y limita la capacidad de Trump de levantarlas sin el visto bueno del Congreso.
El presidente promulgó la ley después de la orden decretada la semana pasada por Moscú al Washington para que recorte su personal diplomático en Rusia en respuesta a esas últimas sanciones aprobadas por el Congreso norteamericano.