La nueva fase en el esfuerzo de Estados Unidos para ayudar a Irak a luchar contra militantes del grupo Estado islámico podría comenzar dentro de seis a ocho semanas indicó el Pentágono.
El Departamento de Defensa dijo que 450 soldados se preparan para ser desplegados en la provincia de Anbar para una misión de asesoramiento y asistencia a las fuerzas iraquíes.
Las fuerzas estadounidenses operarán desde la base militar Taqqadum, ubicada entre Ramadi y Fallujah, dos principales ciudades que el grupo Estado islámico controla.
Las fuerzas estadounidenses asesorarán a la octava división del Ejército iraquí sobre cómo desplegar mejor sus tropas y mejorar la logística e inteligencia, indicó el portavoz del Pentágono Steve Warren.
Rick Brennan, ex oficial del Ejército estadounidense y analista político de RAND Corporation dijo a la VOA que el nuevo esfuerzo es un paso en la dirección correcta, pero no incluye suficientes fuerzas para lograr las metas del presidente.
Destacó que asesorar solamente a las fuerzas iraquíes no resuelve el problema de que los militantes islamistas se extiendan a Siria y otros lugares como Libia.
“Ésta es una amenaza estratégica creciente que es más grande que Irak y Estados Unidos no tiene una estrategia global para cómo vamos a enfrentar esta amenaza ni a corto plazo ni a largo plazo” dijo Brennan.
Los republicanos también dicen que el nuevo esfuerzo no va lo suficientemente lejos.
El senador Lindsey Graham, quien se postula para la Casa Blanca, dijo a la VOA que los nuevos asesores significan agregar capacidad a una estrategia que nunca funcionará y que serán muy pocos como para hacer una diferencia.