Gates indicó que la primera prioridad es repartir agua y comida a la comunidad lo más rápido posible, para «evitar que, debido a la desesperación de la gente, la seguridad se deteriore o haya un brote de violencia».
Estados Unidos ha comenzado a desplazar a la costa haitiana algunos de sus más importantes buques de guerra. Hoy mismo, según dijo Mullen, llegó el «Carl Vinson» cargado con 19 helicópteros y con una capacidad de 51 camas de hospital, tres salas de operaciones quirúrgicas, y la capacidad de producir cientos de miles de litros de agua potable al día.
El destructor «Higgins» también se encuentra en la zona para labores de búsqueda, socorro y apoyo, así como varios barcos medianos de la Guardia Costera con sus helicópteros, que ya están prestando su apoyo a la población.
Una compañía de la 82 División Aerotransportada de EE.UU., formada por unos 100 soldados, se encuentra ya en Haití preparando el campamento para la llegada durante el fin de semana, del resto de la brigada (unos 3.500 soldados de Infantería del Ejército de Tierra).
En el curso de la próxima semana llegarán otros dos buques de guerra que llevan helicópteros: el crucero «Normandy» y la fragata «Underwood» ambos equipados con misiles dirigidos.
También irá el buque «Bataan» de asalto anfibio que tiene capacidades similares a las del portaaviones «Carl Vinson», acompañados por las otras dos naves del grupo de asalto anfibio, el «Fort McHenry» y el «Carter Hall».
Esta flotilla transporta la 22 Unidad Expedicionaria de la Infantería de Marina (unos 2.000 soldados).
El buque hospital «Comfort» que lleva cientos de médicos y personal de enfermería y equipos de cirugía, laboratorios y terapia, llegará a las costas haitianas hacia el fin de la semana próxima.
Pese a este despliegue militar, Robert Gates indicó hoy que Estados Unidos es sólo un país más de los muchos que están contribuyendo a paliar la crisis humanitaria en Haití, y destacó que el papel de liderazgo lo ha asumido la ONU, que cuenta en la nación caribeña con 7.000 cascos azules y 2.000 policías.
No obstante, reconoció: «nosotros ciertamente estamos en la posición de hacer más que otros países, por nuestra proximidad y nuestras capacidades». EFE