Eduardo Fernández: «No podemos desaprovechar la oportunidad de cambiar el rumbo»

   La encrucijada que atraviesa Venezuela y la crisis de gobernabilidad hacen que el dirigente copeyano Eduardo Fernández, recién elegido vicepresidente de la Organización Democratacristiana de América, se plantee la posibilidad de lanzar su candidatura presidencial para 2012.
Pese a que no se asume como contendor para los comicios internos de la oposición, admite que la idea le ronda en la cabeza y presenta planteamientos para retomar el rumbo del país. Basa sus argumentos en la experiencia que ha tenido como servidor público y como presidente del Centro Internacional de Formación Arístides Calvani, instancia en la que se debaten aspectos de la vida democrática.
–¿Participará en las primarias opositoras del 12 de febrero de 2012?

–¿Qué me aconsejas tú? Eso se lo digo a todo el que me pregunta sobre el asunto. Lo estoy pensando muy seriamente, lo que está en juego es demasiado importante; no podemos desaprovechar la brillante oportunidad de cambiar el rumbo del país.
Percibo que hay dos grandes fuerzas en Venezuela: una quiere el continuismo; otra quiere el cambio, y apostamos por la esperanza. Para encabezar la plataforma del cambio debemos tener un candidato en condiciones de asegurar el triunfo y garantizar un buen gobierno.
–¿Para ser candidato pasaría por las reglas impuestas por la Mesa de la Unidad Democrática?

–No he tomado esa decisión. Debo decir, con el debido respeto a la MUD, que la fuerza del cambio es mucho más que los partidos y la suma de los partidos, y los venezolanos opositores son los ciudadanos que queremos un país mejor. Incluyo a quienes creyeron en Chávez y en su capacidad de inventar fantasías para ilusionar a los electores. El nuevo Presidente debe imponerse tareas prioritarias.

–¿Cuáles serían esas prioridades?

–El presidente de la República debe ser jefe del Estado, y eso significa convocar la unidad de todos los venezolanos; dirigir la reactivación de la economía, conquistar para los venezolanos el derecho de vivir tranquilos. Debe ser comandante en jefe de la FAN, con la capacidad necesaria para ponerla al servicio de la nación y no de parcialidades. También debe ser jefe de la política internacional para colocar a Venezuela como una nación respetada y respetable. Ganar la batalla de la confianza, se requieren inversiones públicas y privadas, nacionales e internacionales para generar riqueza y empleos modernos. No se trata de hacer crecer artificialmente la nómina, sino de lograr una recuperación económica; así dominamos la inflación, incrementamos el ingreso y acabamos con el alto costo de la vida.
–¿Tiene, entonces, una oferta electoral?

–Soy un hombre dedicado al servicio público y he analizado propuestas importantes. Creo que aquí hace falta educación e inversiones para superar la pobreza. Capacitar a la gente para el trabajo productivo y generar expectativa de vida en los jóvenes. Así sucedió con los llamados tigres asiáticos.

–En la lista de precandidatos hay copeyanos…

–No sé. En esa lista no están todos los que son ni son todos los que están; se irá decantando. Quienes figuran son hombres muy respetables. El próximo presidente de la República debe ser un buen padre de familia al servicio de los venezolanos. Necesitamos un gobierno más humilde y menos autoritario. Si tuviera alguna influencia en el país en los próximos años, propondría una reforma constitucional para acabar con la reelección presidencial y crear la doble vuelta electoral.
–¿Qué se lograría con la doble vuelta?

–Al igual que en Francia y en Perú, la doble vuelta sería adecuada para una mejor elección presidencial. A falta de eso, el mecanismo de las primarias puede suplir la primera vuelta, y la segunda sería la elección presidencial. Es importante invitar a esa elección a todo el mundo, como lo está haciendo la Mesa de la Unidad.
–¿Cómo debe ser la decantación de los precandidatos para escoger al contrincante de Chávez?

–Cada uno debe presentar ideas, que los ciudadanos evalúen personalidad y puedan decidir, basados en una mezcla de elementos racionales y emocionales. Ver qué es lo que más conviene al país, no al partido, no al personaje.
–¿Qué ofrece a quienes votaron por usted en comicios anteriores?

–Los cambios no se han realizado. Juntos podemos lograr más democracia, economía productiva que genere riqueza, independizarnos del petróleo, equidad social para erradicar la pobreza, ganar la batalla de la educación. La invitación a los venezolanos es a la construcción con más valores éticos, más respeto por la vida.