El marfileño, que salía en el once inicial junto al español Fernando Torres, fue golpeado accidentalmente por el portero del Norwich City, John Ruddy, y quedó tendido en el suelo, inconsciente, a la espera de las asistencias.
Su equipo ha confirmado que en los próximos días estará bajo observación ante las posibles secuelas del terrible impacto que recibió.
“El delantero ha sufrido una conmoción cerebral leve, por lo que, aunque se le dará el alta, seguirá en observación durante los próximos días, para evitar que surjan nuevas complicaciones”, indica el comunicado.
El entrenador de los ”blues”, Villas-Boas, indicó que es un contacto físico natural que “puede suceder”, pero alabó la “respuesta inmediata de los servicios médicos sobre el terreno de juego para solucionar una situación que podría haber sido muy peligrosa”.