La dosis letal de una sustancia depende de muchos factores. Depende de su concentración, pero también del peso de la persona que lo ingiere, de cómo la ingiere, de su edad, o de la resistencia de su metabolismo. Por esa razón las cantidades aquí son meras aproximaciones a título de curiosidad científica.
Los siguientes alimentos son esenciales en la vida cotidiana de muchos, son nocivos dependiendo de la cantidad de ingesta. Pero como decía alquimista y médico suizo Paracelso: Todo es veneno, nada es veneno. Solo la dosis hace el veneno.
Café
Según la Asociación Nacional del Café Una taza pequeña de café expresso de 240 mililitros tiene entre 65 y 120 miligramos de cafeína. La diferencia se debe a las distintas variedades de esta semilla y su forma de preparación. En definitiva, si asumimos que estamos tomando café del flojito (65 miligramos por tacita) Una persona de 75 kilos podría morir con 173 tazas de café. Si el café es potente (120 miligramos), bastan 93. Coffee Faq estima que la dosis letal se traduce en un número entre 50 y 200 tazas de café del tirón.
La dosis diaria recomendada de cafeína para un adulto no debería sobrepasar los 300 miligramos (5 cafés expresso o 12 latas de Coca-Cola)
Azúcar: 2 kilos
La cantidad de azúcar que haría falta para matar a alguien es tan alta que no hay estómago que la resista. Según pruebas hechas con ratas, la toxicidad LD50 de la sacarosa (azucar de mesa) es de 29.700 miligramos por kilo de peso corporal. Si lo extrapoláramos a un ser humano de 75 kilos de peso, estaríamos hablando de comerse 2,17 kilos de azúcar a cucharadas
Una sola lata de Coca-Cola ya supera la dosis diaria de azúcar recomendada por la Organización Mundial de la salud
Sal: 4 cucharadas soperas
En seres humanos adultos bastan entre 0,75 y 3 gramos de sal por kilo de peso para matar a alguien. Si lo consideramos a la baja (0,75 gramos), una persona de 80 kilos de peso puede morir con solo 60 gramos de sal ingeridos de golpe. Según NPR, una cucharada sopera de sal ya son 15 gramos así que la leyenda urbana puede ser cierta en algunos casos: cuatro cucharadas de sal pueden matar. Probablemente haga falta más, pero es mejor no arriesgarse a probarlo.
En 2011, una mujer de 55 años se suicidó bebiendo una botella completa de salsa se soja japonesa.
Agua: 6,7 litros
¿Cómo mata el agua? Al igual que la sal, el agua afecta a nuestro organismo a nivel celular. Si ingerimos demasiada agua de golpe y nuestros riñones no son capaces de procesarla, el cuerpo la almacena en los tejidos. En la mayor parte de zonas, las células tienen espacio para expandirse tras absorber el exceso de agua, pero el cerebro no es una de estas zonas. El exceso puede producir un edema cerebral. Es un caso extremo, pero ya ha pasado varias veces en adultos.
Alcohol: 13 «chupitos»
Que beber mucho es malo ya lo sabemos, pero ¿cuántas cervezas hay que tomarse para hablar de una dosis potencialmente letal? Basta mirar arriba para ver que, en un caso extremo, la cerveza nos mataría antes por su cantidad de agua que por su porcentaje de alcohol. La dosis letal del alcohol etílico o etanol es de 7.060 mililitros por kilo de peso corporal. En otras palabras, bastaría medio litro de alcohol para una persona de 75 kilos.
También influye enormemente el tiempo de ingesta. El organismo hace un trabajo soberbio para procesar grandes cantidades de alcohol a lo largo de toda una noche. Al día siguiente, la resaca se encargará de recordarnos que los excesos nunca son buenos, incluso aunque no alcancemos una dosis letal.