El domingo a las 10:00 pm fue ultimado Miguel Ángel Morillo Pérez, de 24 años de edad.
El hombre trabajaba en la línea Una Nueva Venezuela. El domingo decidió que no iba a trabajar sino a ver el juego de béisbol Caracas-Magallanes en su casa, en el sector Las Tapias de La Dolorita.
Una vez finalizado el cotejo, Morillo salió en su moto a celebrar la victoria del equipo capitalino. Cinco minutos después, los familiares recibieron una llamada para informarles que el hombre estaba tendido sobre el pavimento. Morillo recibió 20 disparos y los sujetos se llevaron su motocicleta.
El domingo a las 7:00 am ultimaron a Israel Ibsen Pulido, de 27 años de edad, en el barrio Carpintero.
El hombre bajaba por la calle principal del barrio en una Empire Keeway que había comprado a crédito hace dos meses.
Por la misma vía subía un sujeto armado que lo interceptó y lo obligó a entregarle su coala y el vehículo.
Aunque Pulido no se resistió al robo, el delincuente lo obligó a arrodillarse y a rogarle que no lo matara. Posteriormente le dio dos tiros en el pecho.
Los vecinos le indicaron a la hermana de la víctima, Leiba Pulido, que el homicida estaba en una «ronda de asaltos», en la que despojaba de sus pertenencias a todo el que se cruzaba en su camino.
La víctima dejó siete hijos. Su hermana dijo que ella veía con incredulidad las informaciones sobre la violencia en Caracas, hasta que le tocó a ella sufrir sus consecuencias. «Ahora soy una damnificada del hampa», manifestó.
Se quejó de que el Presidente y sus ministros se han referido con insistencia sobre la muerte del líder libio Muamar Gadafi, y mientras que los caraqueños padecen las acciones de los delincuentes.
Buhonero extraviado. Entre el domingo en la tarde y el lunes en la madrugada llegaron a la morgue 12 cadáveres. El total de muertes violentas en la capital fue de 38 durante el fin de semana.
Ayer, Yanitza de García confirmó en la instalación de Bello Monte que su hijo Yenfrén García murió de un tiro en el abdomen a manos de sujetos desconocidos.
El vendedor informal de 26 años de edad estaba desaparecido desde el martes en la tarde. Lo vieron por última vez durante un breve encuentro en el centro comercial Galerías Paraíso. Como no atendía las llamadas telefónicas y nadie lo encontraba, sus familiares decidieron buscarlo en la morgue.
Este es el segundo miembro de esta familia muerto de forma violenta. En 2006 otro hijo de esta señora, Maikel Reyes, fue ultimado a tiros en La Quebradita.
Tenía 23 años de edad.