Toda mención al diálogo en nuestro país tiene adversarios gratuitos. Pero corroborando aquello de que muchas veces “los extremos se tocan”… por extraño que parezca los más encarnizados opositores a que los políticos conversen buscando posibles puntos de encuentro y soluciones a problemas comunes que afectan a nuestro país son Donald Trump y Diosdado Cabello.
¡Ambos sabrán qué hacen porque arriesgan quedar como habladores de pistoladas… si las conversaciones en Oslo y La Habana llegan a prosperar!
Como liberal no tengo duda sobre que es preferible encontrar soluciones civilizadas a nuestra tragedia antes que ir a una guerra civil que nos llevaría a la edad de piedra como si fuéramos trogloditas o seguir destrozando el país por “quítame estas pajas”. Diálogo, negociación y acuerdos, nunca está de más recordar, son la base de la política.
Escrito esto adelanto que habiéndose filtrado –grave precedente- los nombres de quienes merced al rol de mediadores de los noruegos, viajaron hasta Oslo, como si ellos fuesen la Nación, para conversar a nombre de las partes en conflicto, me veo obligado a expresar que tengo fuertes objeciones a los nombres que afloran.
Y no se trata de cobrar que nueva e irresponsablemente nos hayan excluido a quienes no participamos de la politiquería polarizada, de las conversaciones que buscan solución a nuestros problemas, arriesgando los dueños del veto a que más tarde se llame a abstenerse de votar porque no queda más remedio.
Tampoco es lo más relevante en este momento recordar que entre quienes pretenden representarnos en Oslo, uno viene de un fracaso rotundo en la alcaldía de Baruta precisamente por no escuchar a nadie fuera de su círculo íntimo… fracaso que resalta cuando en nuestro municipio se eligió otro alcalde que con menos hace más. Mientras que el otro participante de la oposición es un ex ministro devenido en banquero… personaje que en Argentina una prensa menos celestina señalaría como “promotor de fondos buitres”
Quien no entienda que me excuse pero a este respecto siempre queda Wikipedia para consultar.
Nuestra objeción mayor y vaya si es grande, se origina en que todos los dialogantes que la irresponsabilidad tira al pajón al filtrar sus nombres, son políticos que jamás se han dignado a opinar sobre el origen de los verdaderos problemas que nos afligen a los venezolanos. Estos problemas son eminentemente económicos y la solución jamás podrá venir de un reparto político entre quienes piensan parecido.
Esta causa, más que la guerrita entre polarizados, con Trump incluido en la receta, explica el por qué estamos tan pobres.
Repasando los nombres de quienes dialogan es obvio que esos caballeros no piensan cambiar un ápice el tinglado filosófico y legal que nos empobrece… a ellos les ha ido muy bien con este sistema… somos “otros” quienes sufrimos las consecuencias del estatismo enemigo de la libertad de crear riquezas. Y “otros” deben participar en las conversaciones que por los momentos lucen chucutas.
Pero, volviendo a las filtraciones recuerdo que no solo se colaron los nombres de quienes pretenden representarnos… también han hecho públicos los posibles acuerdos que de arranque presentan como abre boca los facilitadores noruegos: Todos los arreglos filtrados son acuerdos políticos, no económicos, firmados entre cínicos, si acaso se llegan a firmar, dirigidos a que se conforme un nuevo Pacto de Puntofijo pero con otros protagonistas y en un contexto distinto al de 1958. El fracaso de esa “solución” se puede anunciar desde ya.
Sin embargo la culpa no es de los noruegos… se ve que en Oslo conocen a estos singulares delegados “como si los hubieran parido” y por ende les entregan un menú de “soluciones” acorde a los intereses de tan singulares patriotas: Por tal razón los mediadores noruegos plantean en principio repartirse entre el gobierno bolivariano y la ex Mud a doce las gobernaciones por bando… y alternar Presidente y Vicepresidente. Es decir, Maduro de Presidente con Julio Borges de Vice o Leopoldo López Jefe de Estado con Delcy en el cargo que actualmente detenta.
¡Pretenden cambiar para que nada cambie!