Djokovic, que de esta forma logra su primera victoria ante el español en una final, suma así su segunda corona en Indian Wells tras el título conseguido en 2008 ante el estadounidense Mardy Fish.
El serbio se embolsa un premio en metálico de 611.000 dólares y sigue imparable esta temporada tras las victorias en el Abierto de Australia y el torneo de Dubai. Suma 20 victorias seguidas desde la Copa Davis, en diciembre.
En su camino hasta el título apeó previamente a Andrey Golubev, Ernests Gulbis, Víctor Troicki, Richard Gasquet y Roger Federer.
La central del Valle de Coachella vivió un gran partido entre las dos mejores raquetas del circuito (el ránking de la ATP así lo certificará desde mañana), y aunque el español ofreció una gran versión de sí mismo en el primer set, se desinfló según pasaron los minutos antes de ser expuesto por el estratosférico momento de forma de su rival.
El número uno del mundo consiguió una primera ventaja con sendos «breaks» en el primer set haciendo gala de su agresividad, un saque potente y mostrando una gran efectividad con el revés paralelo.
Djokovic resoplaba. No encontraba su juego y se veía superado en todas las facetas ante un rival en completo dominio de sus facultades técnicas y físicas.
Pero el duelo dio un giro de 180 grados. Primero, se convirtió en toda una batalla por el control del servicio en el segundo set, repleto de roturas de saque que llevaron a Nadal a hacer amago de tirar la raqueta contra el suelo. Finalmente sus errores no forzados nivelaron la balanza.
Pero no fue hasta el set definitivo donde Djokovic apabulló con su mejor tenis. Desde el comienzo, buscó las líneas, resultó demoledor con el saque y brutal desde la línea de fondo. El suyo fue todo un recital de confianza y juego que contrastaba con los errores infantiles de Nadal, principalmente desde cerca de la red.
Y Djokovic puso el broche con un juego en blanco antes de su explosión de júbilo en la pista número uno de Indian Wells.
Nadal se queda con un registro en finales de 43 victorias y 14 derrotas. La marca en los enfrentamientos directos con el serbio se queda en 16 victorias y ocho derrotas