Según un informe realizado en los EEUU, los desempleados de ese país estarían felices de tener que lidiar con un único “problema”: tener mucho dinero para gastar.
Hacerse rico es un resultado, no una motivación. Warren Buffett dijo una vez acerca de la creación de la riqueza: “Disfruta del proceso más que de lo recaudado”.
Forbes publicó una lista de las falsas ideas sobre la vida de los más acaudalados. Lo que está claro es que la felicidad y el bienestar no tienen precio.
1) Es una forma de medir quién tiene más plata
Donal Trump dijo que el dinero nunca lo motivó, sólo le sirvió para competir con otras personas adineradas. “Uno consigue lo que quiere, pero cuando lo haces, no sientes nada”. Conclusión: a más cantidad de dinero, más vacíos se sienten.
2) Mejorará mi sentido de la autoestima
El dinero no sólo no compra la felicidad, sino que tampoco la autoestima. La reacción del círculo profesional tiende a cambiar si la billetera se engrosa, y la autoestima deriva, en gran parte, de cómo los otros reaccionan frente a nosotros.
3) El dinero te libera
Si la cuenta bancaria aumenta, también crece una personalidad más cerrada. A mayor dinero, menor personalidad.
4) Voy a conocer al chica o chico de mis sueños
En un determinado momento se preguntan: “¿La gente me ama por lo que soy o sólo porque soy millonario?”. Parece que por más millones que tenga, nerd continúa siendo un nerd.
5) “Me jubilaré joven y disfrutaré de una buena vida”
Ganar dinero, para algunos tipos de personalidad, se convierte en una adicción. Participan de una maratón para ver quién tiene más dinero, superan su marca o se consideran un fracaso. Por lo tanto, la frase “los que aman el dinero nunca tendrán lo suficiente” para muchos de ellos es una verdad que viven día a día.
6) Se me abrirá un mundo de nuevas experiencias
Ni nuevos, ni mejores desafíos: más miedos. Según el estudio, cuánta más plata tienen, más dudas les da perder sus logros y asumir nuevos desafíos.
7) No tendré problemas
El alivio que les da el dinero es efímero: pedirle a otros que resuelvan sus problemas genera pérdida de autoestima e incluso depresión.
8) Nunca me preocuparé por las cosas pequeñas
El séquito de personas que acompañan al millonario lo convierten en intolerante ante los tiempos de sus empleados. Se enfurecen ante la idea de que no se cumplan sus órdenes a la velocidad que exigen.
9) “Voy a ser un buen proveedor para mi familia”
La plata no puede reemplazar las reuniones de padres en el colegio o cenas en familia.
10) “Voy a estar más tranquilo”
Si lo que se busca es tener paz interior, tranquilidad y estar contento con su vida, el dinero no puede hacer mucho al respecto.
Fuente: Infobae.com