Díaz Rangel analiza las leyes que han quedado pendientes, entre ellas la de Univeridades y del Trabajo

   El periodista Eleazar Díaz Rangel escribe este domingo en Últimas Noticias sobre las “leyes pendientes” que tiene que discutir la nueva Asamblea Nacional, entre ellas la de Universidades, del Deporte y del Trabajo.

Sobre la Ley de Universidades, vetada por el presidente Hugo Chávez, quien además hizo un llamado a una discusión profunda del instrumento, Díaz Rangel sostiene que “será interesante conocer las opiniones de los ex ministros Navarro y Acuña, que dentro del chavismo fueron de los primeros en oponerse y solicitarle al Presidente no promulgarla, así como de María de Queipo, la diputada presidenta de la comisión que la estudió, aprobó y presentó a la plenaria, donde fue igualmente aprobada y sancionada”.

El periodista de Últimas Noticias se detiene en el artículo N° 86, que dice “En las universidades, todos los sectores de la comunidad universitaria ejercerán en igualdad de condiciones, el derecho político a la participación para elegir a las autoridades, así como a los voceros y voceras ante los órganos colegiados…”. Esa comunidad la integran desde los profesores titulares hasta los obreros, incluidos, por supuesto, todo sus estudiantes”.

En este punto, considera que es de gran interés conocer la posición de los destudiantes y de la Federación de Centros Universitarios de las casas de estudio superior. “¿Están o no de acuerdo con el voto a toda la comunidad en las elecciones de las autoridades universitarias? Tienen tiempo para responder. Pero no dejen de hacerlo”.

Sobre la Ley del Deporte, el director de UN pondera que “este proyecto no ha sido debidamente conocido y discutido; creo que ni la mayoría de los diputados de la antigua Asamblea lo conocen. Menos aún en el mundo federativo y, en general, en el deporte organizado”.

Otro punto sensible es la Ley del Trabajo, que quedó engavetada. “Tiene papas calientes como la retroactividad de las prestaciones y la jornada de seis horas. Nada fácil de resolver por un gobierno que se llama obrerista pero que debe atender otras realidades”.