Deyna dejó de ser una “chamita”, por Patrick Torres

Te puede quebrar en una baldosa. Puede inventarse un taco o un regate y dejarte en ridículo. Nunca pierde de vista el arco rival. Se nota que cree en su juego, en sus piernas, en ella. Con Deyna las opciones se multiplican: desde la mitad de la cancha, de tiro libre, fuera del área, driblar a la portera.

En Jordania se ha hecho adulta. Creció de golpe. Si en 2014 deslumbró al mundo, ahora en 2016 los tiene a sus pies. La Vinotinto igualó lo hecho hace dos años, pero ella mejoró su actuación individual. Sin querer, Deyna jugó otro Mundial. Ella deseaba alzar la copa, y a pesar de que eso no se dio, sus golazos no pasaron por debajo de la mesa. Porque uno la ve jugando y siente que hace todo bien, que para ella es natural anotar dos goles en un partido o resolverlo en el minuto 94.

Un post en su Instagram, donde tiene más de 550 mil seguidores, dejó en evidencia que la irreverencia que muestra en el terreno de juego, también la saca a relucir cuando se quita los tacos: “Con el pelao este”, escribió en una foto junto a Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Ella mostraba su Balón de Bronce y Bota de Bronce, y el “pelao” la señalaba. La sonrisa de ambos era enorme.

Y con apenas 17 años, ya su camisa número 9 es famosa, pues pasó a formar parte del Museo de la FIFA por ser la máxima goleadora histórica en mundiales de la categoría Sub 17. Aquí una muestra:

La Vinotinto femenina sub 17 ha participado en tres Mundiales: Trinidad y Tobago 2012, Costa Rica 2014 y Jordania 2016; en el primero ocuparon el lugar número doce y en los últimos dos, lograron el cuarto puesto. La Sub 20 participará, a partir del próximo 13 de noviembre, en su primer Mundial de la categoría. Ambas selecciones deben ser la base para clasificar, por primera vez, a la Copa Mundial Femenina de 2019, a celebrarse en Francia. Las mujeres están más cerca que los hombres de lograr esa hazaña.

Deyna se hizo adulta en Jordania y será la líder de la Vinotinto de cara a ese Mundial femenino de mayores. Que todas la sigan y confíen en ella, porque la maracayera trazará la ruta para llegar a Paris.

Lo que viene luego para ella, pienso, será mejor. Y lo he comentado con familiares y amigos: Deyna ganará, en un futuro no muy lejano, el Balón de Oro.

Nos leemos el próximo lunes.

¡Abrazo de gol!