El macabro hallazgo, según el diario Bangkok Post, fue hecho por la Policía tailandesa al abrir una maleta de viaje que el taiwanés Chou Hong Hun, de 28 años, tenía consigo en la habitación del hotel del barrio chino de Bangkok en la que fue detenido gracias al soplo de un informador.
Los seis cuerpos fueron asados, pintados después con una especie de laca conocida en Tailandia por “Ya Lak” y recubiertos con pan de oro para darles el aspecto de lo que llaman un “Kuman Thong” (Niño dorado), considerado por algunos chinos y tailandeses supersticiosos un fetiche que atrae la buena suerte.
Un portavoz policial explicó en conferencia de prensa que el detenido, que también tiene la nacionalidad británica, ha confesado que adquirió los cadáveres por 200.000 baht (6.600 dólares o 5.200 euros) por encargo de otro taiwanés para venderlos por internet en Taiwán.
La Policía tailandesa que investiga el caso no facilitó detalles sobre la procedencia de los seis pequeños cuerpos sin vida, aunque en noviembre de 2010 los inspectores de Sanidad hallaron en un edificio de un recinto monacal de Bangkok cerca de 2.000 fetos y cadáveres de neonatos que procedían de “clínicas” ilegales que practican el aborto. EFE