El afectado es «Wilmont Lowel, de 32 años, un nacional haitiano que se encuentra ingresado en un centro de la localidad de Higuey», situada al este del país, a unos 140 km de Santo Domingo, declaró el responsable durante una rueda de prensa.
Desde hace semanas, el gobierno dominicano puso en marcha severos controles para contener el avance de esta enfermedad, altamente contagiosa, y limitó al máximo la entrada de haitianos en el país y los intercambios comerciales con el país vecino.
Hasta ahora, 1.034 personas murieron debido a la epidemia de cólera en Haití, según el último balance oficial divulgado este martes
Expasión de cólera en Haití
El presidente de Haití, René Preval llamó a la calma a la población, tras los choques entre manifestantes y cascos azules de la ONU en varias ciudades.
La epidemia de cólera en Haití superó las 1.000 muertes el martes mientras crece la ira por la crisis sanitaria y la tensión contra los cascos azules de la ONU acusados por algunos de ser los responsables del brote.
Neumáticos en llamas emanaban bocanadas de denso humo negro en el cielo de Cap-Haitien, segunda ciudad haitiana en el norte del país, donde miles de violentos manifestantes, muchos de ellos armados, incendiaron una estación policial el lunes y amenazaron con quemar una unidad de las Naciones Unidas.
Dos haitianos murieron en los disturbios, incluyendo uno baleado por un integrante de la Misión de Estabilización de la ONU (MINUSTAH) en un incidente que despierta enormes temores de violencia contra la impopular fuerza de paz.
Seis cascos azules fueron heridos en una protesta el lunes en la ciudad de Hinche, cerca de la base de una unidad nepalí, acusada de traer la bacteria del cólera al país caribeño.
Agregó que el ministro del Interior, Paul-Antoine Bien-Aime, y el jefe de la Policía de Haití, Mario Andresol, liderarán una delegación al norte del país en un intento por restablecer la calma.
El número de muertos por el cólera trepó este martes a 1.034 indicó el Ministerio de Salud, con unos 16.800 hospitalizados desde la aparición del primer caso a fines de octubre, primer brote en esta empobrecida nación desde la década de 1960.
Las autoridades haitianas luchan contra la epidemia en una nación aun devastada por el sismo de enero pasado, que dejó más de 250.000 muertos y 1,3 millones de personas sin techo.
Funcionarios temen que la epidemia de cólera se propague como un incendio si se infiltra en los precarios campamentos de la capital Puerto Príncipe, donde cientos de miles de refugiados viven amontonados en precarias condiciones sanitarias.