Un informe de la entidad precisa que se detectaron 10 mil milisievert de radiación en una tubería entre los reactores uno y dos, una dosis letal para el ser humano, situación alarmante según medios de prensa.
Hasta el momento se mantenía un hermético silencio en fuentes del gobierno del primer ministro Naoto Kan, cuya gestión en la crisis es seriamente cuestionada por la población.
Una encuesta divulgada hace 24 horas demostró que el 65 por ciento de la población japonesa exige la renuncia inmediata de Kan por la ineficiencia demostrada en la solución de la crisis, la mayor en la historia de Japón.
A este hecho se unió la decisión de las autoridades de prohibir la comercialización de carne de res procedente de la provincia de Tochigi, la cuarta sometida a esa medida en menos de un mes.
Anteriormente resultaron afectadas por la prohibición las regiones de Miyagi, Iwate y Minamisona.
Las pruebas, de acuerdo con los medios de comunicación, han demostrado que el pienso sumnistrado en esa región a las reses contienen hasta 690 mil becquereles de cesio radiactivo por kilogramo, cuando el límite oficalmente establecido es de 300.