Mark David Chapman admitió que evaluó suicidarse tras disparar al ex Beatle, pero su «cobardía» le impidió presionar el gatillo.
El pasado 29 de agosto Mark David Chapman, el hombre que quitó la vida a John Lennon hace 35 años, solicitó por novena vez a la justicia de Estados Unidos el beneficio de libertad condicional. El jurado a cargo del proceso rechazó la petición tras considerar que se trató de un crimen premeditado.
Cuando han pasado más de dos semanas desde la audiencia, el diario sensacionalista New York Post publicó el testimonio que entregó el hombre de 61 años aquel día, en el cual confesó que consideró suicidarse inmediatamente después de disparar al ex integrante de los Beatles.
«En un momento pensé en guardar la última bala y poner la pistola en mi boca, pero no, yo no podía hacerlo. Soy demasiado cobarde como para quitarme la vida», dijo Chapman.
El estadounidense condenado a cadena perpetua por asesinato en segundo grado, solicitó al jurado evaluar su libertad apelando a que es una persona con «mente sociópata».
En la audiencia llevada a cabo en Nueva York, Chapman recordó, nuevamente, los minutos previos al delito. «Él salió, y esta es una parte de la que realmente me arrepiento, él salió y como excusa para hablarle yo tenía un disco y un lápiz, y le pregunté si podía autografiar el álbum. Se tomó su tiempo para hacerlo, y me preguntó si quería algo más.. Su esposa había salido con él, y lo esperaba en la limosina, y pensé en lo amable que él (Lennon) había sido con una persona que no conocía».
Al igual que en audiencias anteriores, el homicida explicó que no sentía odio por Lennon, y que su único objetivo era pasar a la historia. «Yo no sentía nada por su esposa, su hijo ni por él. Estaba obsesionado con una cosa: dispararle, para que así yo pudiera ser alguien», dijo el estadounidense, quien podrá volver a pedir libertad condicional en 2018.
Chapman fue detenido inmediatamente después de asesinar al músico británico. Fue condenado a prisión perpetua en agosto de 1981.