Despidieron a empleados de las areperas socialistas

   Cerca de 150 trabajadores de las areperas socialistas ­casi la mitad- fueron despedidos cuando los restaurantes pasaron del Ministerio de Comercio al de Alimentación, el 31 de mayo pasado. Un grupo de 50 ex empleados se unió para solicitar su reenganche y elevó el reclamo hasta el despacho del presidente Hugo Chávez y el Ministerio del Trabajo.

El lunes, llevaron una comunicación a Miraflores para pedir que Chávez revise las desmejoras contractuales y los despidos injustificados de los que ­afirmaron- han sido víctimas. Señalaron que, pese a que les aseguraron que les reconocerían la antigüedad laboral y mantendrían sus puestos de trabajo con los mismos beneficios, la nueva administración despidió a empleados y a otros los cambió de sede.

«Redujeron los días de vacaciones y el bono vacacional, también las utilidades. Nos quitaron los bonos por transporte e hijos. Algunos aceptaron esas condiciones por miedo, pero otros reclamamos y nos despidieron. El presidente de Venalcasa (adscrita al Ministerio de Alimentación), Johan Hernández, mandó a disolver el Consejo de Trabajadores y dijo que éramos unos alborotadores. Nos tienen prohibido acercarnos a las areperas», expresa una de las despedidas que pidió no citar su nombre por temor a represalias.

El grupo indicó que es difícil determinar quién administra las areperas. «La de Fuerte Tiuna la maneja el Ministerio de Defensa y las de Quinta Crespo, La Bandera y La Rinconada están en manos de Distribuidora Cuvempa. Se está creando una franquicia», denunció un ex trabajador.

La empresa pertenece a los hermanos Leonardo y Luisa Urdaneta Espina. Ella, según datos del Seguro Social, trabaja en el Ejército, componente militar en el que el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, tiene el grado de general.

Otro de los afectados apuntó que no todas las arepas cuestan 7,5 bolívares, como dijo Osorio en la inauguración de un restaurante de la cadena el lunes pasado. «El socialismo se está cayendo en las areperas, hasta se lo quitaron del nombre. Hay `arepas especiales’ que cuestan 15 bolívares y los almuerzos no cuestan 20, sino 25 y en algunos se vende un pollo asado a 50 bolívares».

Agregaron que los negocios son rentables. «Llegamos a tener ventas diarias de 12.000 o 14.000 bolívares», precisó una ex empleada. El problema es que el modelo original se distorsionó: «Ahora hasta venden Coca-Cola. Estamos en contra del capitalismo y eso es lo que hay ahora en las areperas».