Si la culpa aún te invade por el banquete que disfrutaste en Navidad y el que te espera para esta noche de Año Nuevo, no te angusties porque puedes llevar a la práctica un sencillo truco para engordar menos: masticar los alimentos por 30 segundos antes de tragarlos.
Una investigación de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) determinó que esta medida “tiene un poderoso efecto en el apetito”, según consignó ABC, pues nos hace sentir más satisfechos y evita que después estemos “picoteando”.
El estudio publicado en la revista “Appetite” demostró que quienes realizan esta práctica comen la mitad que quienes no lo hacen y sienten menos necesidad de ingerir bocadillos posteriormente.
Para concluir esto, pidieron a 42 voluntarios que no comieran durante dos horas y luego se les dio jamón ahumado y sándwiches de queso. Mientras un grupo debía ingerir los alimentos como lo hacía siempre, el otro tenía que masticar 30 segundos. Tras esto, se les puso un recipiente lleno de golosinas. Como ya habíamos adelantado, quienes comieron menos, fueron los que masticaron más.
“Los participantes que prolongaron la masticación se mostraron menos felices después de comer y disfrutaron menos de la comida comparados con los otros grupos”, señalaron los autores del estudio.
Según estos expertos, la explicación estaría en que al llevar a cabo esta práctica, el cerebro “recuerda” más tiempo lo que ingirió y se siente satisfecho antes. Asimismo, creen que el masticar más puede ser desagradable y quitar el apetito.
Cabe destacar, que otro sondeo previo reveló que masticar más la comida, hace consumir menos calorías.