Si te preocupa una buena presentación y evitar el color oscuro al que se convierte pocos segundos después de cortarlo, te vamos a mostrar el mejor método para que lo consideres como truco de cocina a tener en cuenta.
Sobre maneras de cortar un aguacate puedes encontrarte cientos de opciones en la red y también en consejos de chefs y cocineros de prestigio. Es más, el aguacate es uno de esos frutos que permite tantas recetas que incluso en algunos casos el corte debe adaptarse a lo que vas a preparar con él.
El «óxido» del aguacate
Aunque existen muchos métodos naturales de evitar ese color oxidado con el que se colorea el aguacate después de cortarlo, como por ejemplo el limón o el aceite de oliva, la realidad es que no necesitas nada de esto para mantenerlo en su estado original. Todo depende de por dónde hagas el corte. ¿Te has perdido? No te preocupes, enseguida te lo explicamos.
Antes de mostrarte el truco es importante que sepas que las frutas y vegetales se oxidan por la reacción que produce en ellos el oxígeno, pero que ciertas partes de la fruta contienen elementos que potencian ese «óxido». Eso es precisamente lo que ocurre con la semilla central del aguacate.
El corte perfecto para el aguacate
Si quieres conseguir cortar tus aguacates para que no presenten esa tonalidad debes olvidar todo lo que sabes hasta ahora. Para conseguirlo, en lugar de cortar el aguacate por la mitad tocando la semilla, házlo por uno de los lados sin llegar a cortarla. Con esto conseguirás pequeñas láminas de aguacate que se mantendrán con su color original por más tiempo.
¿Y cómo conviertes estas láminas en algo bonito para presentar tu aguacate? Pues cortarlas en dados o en rodajas más finas para la ensalada, o incluso para acompañar cualquier otro plato. Si es para salsas, no te preocupes porque lo que importa es que no se coloreen de ese particular color que no es agradable a la vista.
Fuente: El gran chef