Existe cierta obsesión por parte de los investigadores en el área de la robótica en cuanto a los dispositivos extremadamente pequeños como del porte de un gusano o un caracol. Esta fascinación responde a la estructura de los cuerpos que tienen estos invertebrados y por ello buscan crear artefactos que tengan una forma similar, para así desenvolverse en lugares complejos.
Sin embargo, hasta el momento no se había desarrollado algo como lo que hicieron los ingenieros en robótica de la Universidad de Varsovia, quienes construyeron una oruga robótica que cuenta con pocos milímetros de longitud, y que pueden ser útiles para transportarse en ciertas superficies.
De acuerdo a Tech Radar, estos cuerpos fueron desarrollados a base de elastómeros cristalinos líquidos, y que tienen la particularidad, además de su tamaño, de poder cambiar de forma de acuerdo a la luz que recae sobre ellos o bien pueden desplazarse por destellos verdes, por ejemplo.
Según los expertos, la importancia de estas pequeñas orugas robóticas es que pueden sentar las bases para la construcción de nanorobots o bien desarrollar equipos que puedan tomar distintas formas, dependiendo de las condiciones.
”El diseño de robots blandos exige un paradigma completamente nuevo en su mecánica, fuente de alimentación y control. Apenas estamos comenzando a aprender de la naturaleza y cambiar nuestro diseño para acercarnos a la idea que surgió sobre la evolución natural (de las especies)”, indicó Piotr Wasylczyk, jefe del proyecto.
Fuente: Fayerwayer